Recientemente se ha celebrado la edición 15 de la Feria de Arte Contemporáneo Art Madrid, en la que han participado 41 galerías y casi 200 artistas de diversos países, destacando la presencia de las galerías españolas y portuguesas. En cambio, solamente han concurrido dos del continente americano: Collage Habana, de la capital cubana, y la ecuatoriana Más Arte, galería taller de Quito, aunque también han expuesto sus obras varios artistas latinoamericanos en salas de otros países. Asimismo, se han desarrollado una serie de actividades paralelas a la Feria, como por ejemplo Art Madrid-Proyector 20, sobre videoarte, bajo el comisariado de Mario Gutiérrez, donde se han visto involucrados diversos videoartistas a partir de ofrecer clases magistrales, encuentros profesionales y presentaciones, así como performances, proyecciones de festivales internacionales y pequeños talleres teórico-prácticos. Además, el programa One Project, con el título Salvajes. La cage aux fauves, cuyo comisario, Fernando Gómez de la Cuesta, ha mostrado una apuesta atrevida y transgresora, desarrollando un espacio de diálogo donde diversos artistas se reúnen en un determinado lugar para mostrar sus proyectos. Las galerías participantes en este programa son DDR Art Gallery de Madrid, Galería ATC de Santa Cruz de Tenerife, Plastic Murs de Valencia y Kaplan Projects y MA Arte Contemporáneo de Palma de Mallorca.

La propuesta de Art Madrid’20 es abierta y global, lo que permite al público descubrir y adquirir obras de calidad a precios asequibles, por lo que la coincidencia con otros eventos feriales en la capital española —Arco, JustMad, Drawing Room— no impide su celebración, ya que cada una de ellas tiene su propio público. En la presente edición se han acercado a la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, en pleno centro de la ciudad, veinte mil visitantes, una afluencia cercana a años anteriores. 

En cuanto a los artistas y galerías presentes en la feria, me centraré solamente en los que conciernen al mundo iberoamericano, con propuestas, en la mayoría de los casos, muy interesantes. La ecuatoriana Más Arte es la primera vez que participa en la feria. Fundada en 2016, está orientada al arte emergente. De los artistas que han mostrado sus trabajos destacan los ecuatorianos Paul Rosero y Karen Miranda, a través de la fotografía, donde se aúnan la naturaleza y el ser humano en un entorno cercano al surrealismo. 

Proveniente de Cuba sobresale la presencia de Collage Habana. Desde el año 2004 encabeza la promoción y comercialización de las artes visuales del Fondo Cubano de Bienes Culturales. En esta ocasión han mostrado sus trabajos los jóvenes creadores Alejandro Gomez Cangas, Gerardo Liranza y Onay Rosquet. Los tres exhiben óleos sobre lienzo en los que la figuración de Gomez y Liranza y la abstracción geométrica de Rosquet configuran una manera de representar «poéticas asociadas a la condición humana». La serie Templo (2016-2018), de Liranza, parece extraída del terreno fotográfico en lugar del pictórico, ya que muestra unas naves industriales a medio camino entre el abandono y la rehabilitación. La soledad, el misterio y el silencio anidan en esas construcciones. 

De Portugal participan cuatro galerías, entre ellas Paula Nunes Arte Contemporânea, de Vila Franca de Xira, que ha presentado la obra de diversos creadores, entre los cuales sobresale la brasileña Nina Franco con dos obras que están entrelazadas a modo de instalación, se encuentran colgadas en la pared unidas por unas perchas e hilos de color rojo. La pieza se titula Clandestinas (2019), creada a partir de la pintura, la fotografía y diversos materiales, conformando una obra conceptual donde la figura de la mujer aparece amordazada, sin tener la oportunidad de expresar su opinión.

Proveniente de Lisboa, la galería Sào Mamede, con la portuguesa Susana Chasse y los españoles González Bravo y Manuel Salinas, ha mostrado una serie de pinturas abstractas donde el protagonista es el color. La galería Nuno Sacramento está situada en la pequeña población portuguesa de Ílhavo, cercana a Aveiro, localidad donde abrió sus puertas en el año 2003, hasta que seis años más tarde se trasladó a la sede actual. En la feria solo ha presentado a la artista de Oporto Teresa Carneiro, en cuyas obras aparecen mujeres jóvenes en actitud expectante. Algunas llevan una careta con unas orejas muy grandes que recuerdan los antifaces carnavalescos, aunque más bien se pueden relacionar con el mundo animal. De todos modos, se percibe perfectamente su dominio del dibujo. Otra galería lisboeta es Art Lounge Gallery, con artistas de diferentes nacionalidades, destacando el trabajo conceptual de la valenciana Carmen Calvo y de la escultora barcelonesa Mireia Serra.

Respecto a galerías no latinoamericanas, pero que exhiben obras de artistas pertenecientes a dicho continente, tenemos a la Zielinsky, de Barcelona, con los argentinos Diego Pujal, Gonzalo Maciel y Joaquín Lalanne. Pujal exhibe sus impresiones en 3D que recuerdan los collages del dadaísta Jean Arp, deconstruyendo las formas geométricas que aparecen en sus cuadros a modo de puzle. A Maciel ya lo conocen los lectores de la revista, recientemente se publicó un artículo sobre su trabajo en la misma galería. Su obra destaca por la manera tan creativa de representar el color y la luz, a través de la impresión de tintas pigmentadas sobre papel que producen un efecto visual cercano a la iluminación artificial por su fosforescencia. Y el último argentino es el bonaerense Joaquín Lalanne con unos óleos que se acercan al pop-art pero desde la perspectiva actual, con una serie de personajes extraídos del comic envueltos en un contexto museístico. El brasileño Eduardo Marco muestra una vista de Estambul alejada de los estereotipos habituales, la de las innumerables mezquitas que llenan la ciudad. En primer plano surgen unos edificios en ruinas y al fondo otros de pie, pero que pueden corresponder a cualquier urbe del planeta. El pintor uruguayo y residente en Barcelona desde hace cinco décadas Yamandú Canosa ha presentado una serie de piezas donde predominan diversos elementos geográficos, pero con la particularidad de que los muestra desde una óptica irónica.

En la galería valenciana Alba Cabrera ha exhibido una instalación la venezolana Maria Angélica Viso, que consiste en una serie de piezas geométricas de aluminio anodizado y acero inoxidable, pintadas en dos colores: el magenta y el azul. A estas piezas las denomina Geometrías orgánicas. En el stand estaban colgadas en la pared y separadas aleatoriamente, por lo que se pueden considerar elementos móviles. La artista huye de la geometría convencional creando unas formas totalmente diferentes. El rectángulo, el cuadrado o el círculo no existen en su obra.