La Fiesta de San Jordi en Cataluña
El martirio de San Jordi, patrón de Catalunya, se ha convertido en una de las festividades más esperadas y celebradas por los catalanes, cuando los enamorados se intercambian una rosa y un libro en señal de amor.
Cuenta la leyenda que en tierras de Capadocia (hoy Turquía), había un Dragón que atacaba a diestro y siniestro al reino. El pueblo decidió que para evitar los ataques entregarían a una persona cada día para ser devorada por el dragón y así evitar daños mayores. Cada día se hacía un sorteo y se enviaba a dicha persona a la cueva del dragón. Un día del sorteo salió el nombre de la princesa, la cual fue voluntariamente aunque muchos se ofrecieron en su lugar. Fue caminando hasta la guarida del dragón y cuando éste la iba a devorar apareció San Jorge, se enfrentó al dragón y lo mató, clavándole la espada en el corazón y de la sangre que fluyó nació un rosal de rosas rojas. Este San Jorge, que es patrón de diversas naciones como Inglaterra, Georgia, Bulgaria y Portugal, en España es patrón de Aragón y Cataluña, donde se le conoce por el nombre de Sant Jordi, y la conmemoración se ha convertido en una de las fiestas más esperadas y celebradas por los catalanes. En el siglo XVIII la fiesta se Sant Jordi se populariza como festividad catalanista y hoy en día es una gran exaltación popular, cívica y cultural. En 1926 se hizo coincidir por primera vez el día de Sant Jordi con el Día del Libro, con motivo del nacimiento de Miguel de Cervantes y la muerte de Shakespeare y de Josep Pla. Posteriormente, el 23 de Abril fue declarado Día Internacional del Libro por la UNESCO. Desde entonces, es tradición que los enamorados se intercambien rosas y libros en señal de amor. Se afirma también que esa tradición de regalos se remonta probablemente hasta el siglo XV, y algunas versiones hacen coincidir esta práctica con la Feria de las Rosas o de los enamorados, que tenía lugar tiempo atrás en Barcelona. Sí es un hecho constatado que desde aquella época, ya se repartían rosas a las mujeres que asistían a la misa oficiada en la capilla de San Jorge del Palacio de la Generalitat de Cataluña. La rosa va acompañada de una señera y una espiga de trigo. El color rojo de la rosa simboliza la pasión, la señera al patrón de Cataluña y la espiga de trigo, representa la fertilidad. Actualmente, resulta una visita obligada el día de Sant Jordi pasear por el centro de Barcelona, que se transforma en una enorme librería al aire libre, inundada de puestos en los que podremos encontrar las últimas novedades literarias y a consagrados autores firmando ejemplares. De esta forma, el Día de San Jorge implica un aspecto de reivindicación de la cultura catalana y muchos balcones lucen la bandera autónoma, la señera. En toda Cataluña se venden cromos y llaveros llegando a su máxima expresión en las Ramblas, donde a los puestos habituales se añaden otros temporales. Es tradicional promover la venta de libros con firmas de los autores y un descuento al precio de venta, y también se realizan actividades en las bibliotecas y conciertos en las calles que se añaden a la agenda cultural de la Ciudad Condal, convirtiendo la jornada en una gran celebración de la cultura.
Este San Jorge, que es patrón de diversas naciones como Inglaterra, Georgia, Bulgaria y Portugal, en España es patrón de Aragón y Cataluña, donde se le conoce por el nombre de Sant Jordi, y la conmemoración se ha convertido en una de las fiestas más esperadas y celebradas por los catalanes.