Fascinación por la cera
Un mundo de ángeles, ninfas, mariposas, sirenas y diablillos sale de las manos de la artista Isabel Santos. Esculpiendo la cera, moldeando a estos personajes, dando a las botellas y a los vidrios viejos un destino inusitado, así es como mejor se siente esta habanera que pone en sus reflexiones simpáticas notas de cubanía
Para ella «la figura humana, sobre todo la femenina, es un campo constante para la experimentación». Ahí están para probarlo sus mujeres aladas y sensuales, que igual salen de un ánfora, galopan sobre un unicornio o se sientan a jugar tranquilamente a las cartas con un grupo de faunos y sátiros, como lo demuestra en sus piezas Vicio embotellado, Venus en el espejo y Equinohoróscopo.
Es cera natural, sin química ni colorante alguno, la que usa en sus obras. A veces se apoya en finas estructuras de metal para darle mayor cuerpo y consistencia a las obras, e incluso hasta se ha inventado sus propias herramientas de trabajo. Cualquier recurso es válido cuando se trata de dar rienda suelta a su imaginación.
Sus creaciones en este campo comenzaron en los años '90, como una opción límite ante la falta de recursos materiales para pintar y esculpir. Al inicio no tuvo patrones ni referentes de que otros artistas en Cuba tuvieran una línea de trabajo similar. Así que fue a las fuentes: investigó en los libros de los viejos maestros europeos y sobre todo trabajó sin descanso hasta encontrar su método propio.
Para Isabel la mejor materia prima para trabajar es la que producen las abejas de la tierra y sobre todo cuando se alimentan de la flor del guirnaldo. «Su color blanco, la textura, la moldeabilidad que ofrece me resultan extraordinarias», confiesa. Dibujante, pintora, escultora, ganadora de una beca para especializarse en procesos de fundición en bronce, en Denver, Estados Unidos (1995), profesora de la Academia de Pintura de San Alejandro y del Instituto Superior de Arte de La Habana, Isabel está ahora enfrascada en un nuevo proyecto: un conjunto escultórico en bronce a tamaño natural, cuya figura central es José Martí, y que formará parte del área recreativa Mundo Mariposa, próxima a inaugurarse en el capitalino Parque Lenin.
En los últimos años ha ido enriqueciendo sus trabajos en cera utilizando como soportes, además del vidrio, otros recursos como la madera, caracoles marinos y el grabado en metal. De ahí nacieron su exposición de esculturas en cera para la Carta Menú de Otoño del Hotel Inglaterra, la muestra «Apretaditos con Isa», junto a una veintena de artistas plásticos como Zaida del Río, Carlos Guzmán, Raúl Santos Serpa y Lesbia Vent Dumois, entre otros, y su más reciente exposición personal «Me refugio en ti», dedicado a todos los niños del mundo y en especial a su hijo Abel Fabelo Santos, con una original instalación de la Edad de Oro y grabados en metal, en cuya inauguración participó el presidente cubano Fidel Castro.
Distinguida con el Premio de la Feria Internacional de Artesanía por su obra Vicio Embotellado y con el de la UNESCO del Programa Mundial de Alimentos por su obra Las tres negras desgracias; merecedora del Premio por los 70 años de Cubana de Aviación y del Premio Internacional Coatlicue de ComuArte, México, a la artista más relevante del 2005 en Cuba, así como condecorada con la Medalla por la Cultura Nacional del 2005, Isabel Santos se reconoce a sí misma, «como una mujer empeñada en sacarle cada día nuevas fascinaciones y personajes a la cera».