McLaren, corredor, ingeniero y constructor neozelandés
Hace 40 años que Bruce McLaren murió y el equipo que fundó en la Fórmula 1 sigue siendo noticia. ¿Qué personaje puede perdurar en la memoria de un evento tan evolutivo como la categoría reina del automovilismo mundial? Indudablemente alguien excepcional como fue Bruce Leslie McLaren, capaz de hacer historia en un deporte tan complejo, donde la fama individual es efímera porque surgen constantemente nuevos valores.
El 30 de agosto de 1937 nació Bruce en la ciudad de Auckland (Nueva Zelanda). De niño enfermó gravemente de un mal conocido como de Legg-Calve-Perthes. A los 9 años sufrió una delicada operación que lo obligó a una larga y penosa recuperación, finalmente se rehabilitó casi totalmente y solo se le notaba alguna cojera cuando estaba muy fatigado. Cuentan que este período sirvió para forjar su carácter.
PRIMEROS CONTACTOS CON EL AUTOMOVILISMO A los 15 años de edad sus deseos de ser piloto de autos lo llevan a competir en una carrera local. Allí se acostumbraba a correr loma arriba y ese será su debut competitivo. Sus padres, Les y Ruth, le ofrecen el auto familiar, un Austin Ulster. Ellos siempre fueron sus principales animadores. En unos pocos años, Bruce se gana la beca “Driver to Europa” concedida por la New Zeland International Grand Prix Asociation’s. Así viaja a Gran Bretaña con su amigo que hace de mecánico, Colin Beanland. Estamos en 1957 y Bruce apenas tiene 20 años de edad. En ese momento decisivo, se relaciona con tres de las personas que decidirán su vida: el corredor de autos Jack Bradham y los hermanos John y Charles Cooper, dueños de la Cooper Cars. Inmediatamente Bruce y Colin se unen a la Cooper y reciben el apoyo de Bradham, a la sazón también neozelandés.
SU LLEGADA A LA FÓRMULA 1 En 1959 se crea definitivamente la escudería Cooper con tres pilotos: Jack Bradham, Masten Gregory y Bruce McLaren. Por esa época Bruce recibe su título de ingeniero de la Seddon Technical Memorial Collage y solo él y Bradham se dedican a desarrollar los monoplazas con gran empeño y profesionalidad. Los prueban constantemente y participan en su preparación hasta llegar a conocer todos sus secretos. La filosofía de la F-1 comienza a cambiar, las carreras no solo se ganan con mucha potencia y valiente conducción. Un auto bien afinado y con buen chasis, puede ganarle a los más grandes con un motor de menor potencia y una conducción inteligente. Tyrrell muestra la nueva filosofía a McLaren, que empieza a aplicarla. El conjunto piloto-máquina produce más victorias si está debidamente acoplado. Esa es la clave, no la potencia excesiva. Así consigue McLaren su primera victoria en F-1. Diciembre de 1959, Gran Premio de Estados Unidos en el circuito floridano de Sebring, al volante de un Cooper T51 con motor Climax L4 de 2.5 litros, con neumáticos Dunlop. Tiene 22 años y es el piloto más joven en ganar un Grand Prix de Fórmula 1. Serán los dos años de oro de la Cooper Car Company. En 1959 Jack Bradham gana el campeonato de pilotos y Cooper el de constructores. En 1960 repite Bradham y McLaren es subcampeón. Tiene 23 años.
CORREDOR VERSATIL Y RESPETADO EMPRESARIO No solo corre monoplazas, junto a su compatriota Chris Amon ganan las 24 Horas de Le Mans en 1966, al año siguiente, 1967, las 12 Horas de Sebring con el ítalo-americano Mario Andretti. En la Tasman Series, corridas en circuitos de Nueva Zelanda y Australia, fue campeón en 1964. Allí apoya al joven yanqui Timmy Mayer, quien muere en unos entrenamientos. Su hermano Teddy luego será socio en la empresa de McLaren. Bruce permanece en Cooper hasta 1965, su amigo Jack Bradham se ha ido antes, en 1962. Ambos deciden formar sus propios equipos de competición y crear sus monoplazas. En 1966, se funda la McLaren Racing L.T.D. con Teddy Mayer y Tyler Alexander. Las ideas de Bruce se plasman en el M2B, que debuta en el Gran Premio de Mónaco 1966. En 1968 Bruce gana el Gran Premio de Bélgica (Spa-Francorchamps) en su propio auto. Es feliz. A partir de 1967 participa en la serie CAN-AM, con sus autos, en circuitos norteamericanos y canadienses. Bruce se proclama campeón en 1967 y 1969, su compañero de equipo Denny Hulme (neozelandés también) gana 1968 y 1970. Este campeonato era muy fuerte y bien remunerado. Se corría con autos sport-prototipos del grupo 7, la máxima categoría de vehículos de competencia carrozados.
MUERTE DE BRUCE MCLAREN Cada vez más, Bruce se dedica a diseñar y probar sus autos, mientras consolida su empresa. “Ya no tengo tiempo para competir” se quejó y declaró “Es tiempo de darle paso a los más jóvenes que también quieren ganar”. En 1970 comenzó a preparar su arribo a las 500 Millas de Indianápolis, precisamente el 2 de junio, en el circuito inglés de Goodwood, probando uno de sus autos, el M8D, se salió de la pista al desprenderse una pieza. El terrible accidente terminó con un fuerte impacto que le costó la vida a Bruce Leslie McLaren. Todavía le faltaban casi tres meses para cumplir los 33 años de edad. Contra lo que pudo pensarse, la muerte de Bruce no acabó con el equipo McLaren. Su viuda siguió en el mundo de la competición con altas y bajas. En 1971 el norteamericano Peter Revson ganó con un McLaren el campeonato CAN-AM. Bruce McLaren corrió 104 en 12 años (1958-1970), logró 4 victorias, 27 podios y 3 vueltas más rápidas en la Fórmula 1. Ganó en Le Mans y Sebring, dos campeonatos CAN-AM y una Tasman Series. Pero el gran mérito de Bruce McLaren no fue su palmarés de piloto, sino su equipo, su filosofía, su trabajo como empresario de la Fórmula 1 y su importante aporte al desarrollo del automovilismo mundial con los prototipos que construyó.