En el habanero municipio de Marianao, un trabajador singular demuestra que en asuntos de restauración de carrocerías no es lo que en Cuba se llama «un Pérez cualquiera»


Con la precisión de un cirujano y la pasión desenfrenada de un artista, Camilo Pérez Villanueva asume el trabajo en Autos-Plásticos Camilo, taller de restauración y reparación de carrocerías automotores elaboradas con dicho material.


Pocos en La Habana, y quizás en toda Cuba, saben más de plástico que él: «Siempre trato de garantizar el arreglo, que la gente se vaya contenta. Eso es lo que vale en el trabajo de la restauración».
En su local (en Avenida 35 número 11616, entre 116 y 118, Marianao) ofrecen un servicio personalizado, con calidad y garantía, el cual se traduce en una impecable labor de reformas, en especial de defensas y piezas de motos.


Cada reparación puede tomar de uno a dos días, en dependencia del deterioro, con lo que alcanzan la cifra de más de 50 clientes al mes. Pero estos son más que números en un papel, ellos hablan de la alta demanda del taller, donde el mayor reto no es facturar, sino que todos queden satisfechos y nunca darse por vencido.


«La restauración es un arte, no solo pegar plástico, hay que confeccionar, crear…», dice Camilo al describir su labor y agrega en pose de buen «cirujano» que es también una operación porque «hay que coser como si fuera una herida, para después darle pulidora y masilla».


Con más de 32 años de experiencia, este «artesano» inició su negocio inspirado por su padre, luego de jubilarse en una empresa estatal. Ahora, mientras demuestra con sus manos que él es el maestro, transmite sus conocimientos a sus dos hijos, quienes ya se pueden contar como eficaces restauradores dentro de la familia Pérez.


El menor de los muchachos, Camilito, su ayudante en estos momentos, certifica que la fidelidad del cliente se consigue con un solo recurso: la calidad del trabajo. «No conozco a nadie que haya venido con nosotros y luego haya buscado otro taller», afirma orgulloso.


Por lo que la sugerencia queda hecha: confiar en las manos de quien asegura, lleva el arte por dentro.


Camilo, The Artisan of Plastic
At Havana’s Marianao municipality, a peculiar worker shows that he is not “somebody else” in terms of bodywork restoration.
With surgeon-like precision and the unbridled passion of an artist, Camilo Perez Villanueva carries out his work at Autos-Plásticos Camilo, a workshop where plastic-made bodyworks are restored and repaired. Not many people in Havana, perhaps throughout Cuba, know plastic more than he does: «I always try to guarantee that a fine job is done, so customers are please. That’s what matters the most in the restoration work». Customized service is provided in the workshop, with quality and guaranty, which also engulfs impeccable reforms to bumpers and motorcycle parts.