Considerada una de las mejores BMW de todos los tiempos, la R90S fue presentada en el Salón de París en 1973. Solo estuvo tres años en producción y marcó un significativo giro en las dos ruedas de la marca alemana. Sus victorias en la Isla de Man y Daytona, le proporcionaron éxito comercial.

Al calor de los años 60 del siglo pasado, el mundo de la motocicleta estaba cambiando, el reinado inglés de las dos ruedas (Norton, BSA, Triumph) ya abdicaba y de Japón llegaban motos sorprendentes, por ello BMW decidió hacer cambios rápidamente. En 1969 remodeló su gama y apareció la Serie 5 con nuevos motores, aún poco modificados.

Modelos de 500 hasta 750 cc, pero BMW necesitaba motos más grandes en el mercado para poder competir y salió la 900 cc, que había sido descartada en la remodelación. Así nació la R 90/6: motor de 60 CV y su velocidad ya frisaba los 190 km/h. Pero junto a ella, un modelo deportivo, la R 90 S (que hoy nos ocupa) “algo para recordar”.

En el nicho deportivo del mercado, se atrincheraban las motos inglesas por su tradición, bajo el ataque de las superbike japonesas que llegaban con la Honda CB750 Four y la Kawasaki Z1. Ahí fue que llegó la BMW R90S, de 900 cc y 67 CV a 7 000 rpm, con lo cual alcanzó la entonces mítica cota de 200 km/h. Las motos japonesas exhibían potencia y velocidad, pero todavía les faltaba algo muy importante: estabilidad.

Para construir la R90S, BMW contrató (por primera vez) un diseñador. Fue Hans Muth el creador del asiento biplaza que termina en forma de colín, el semicarenado del farol delantero, sujeto a la dirección, y la decoración de color gris humo, más tarde naranja difuminado. Con el tiempo, este diseño se convirtió en clásico de todas las motos de la época.

El motor fue mejorado también: mayor relación de compresión (9.5:1) y dos carburados más grandes, en lugar de los de 32 mm, nuevos de 38 mm.
El restyling de 1975, la hizo más deportiva y moderna. El doble disco de frenos delantero se aligeró con pistas horadadas (algo nuevo cuando los discos eran lisos) se enfrió más rápido y frenó mejor.

Se produjeron en total unas 17 500 unidades del BMW R90S, le siguió el modelo R 100, pero ya es otra historia. 


Labeled as one of the best BMW of all time, the R90S was unveiled at the 1973 Paris Motor Show. It was only produced for three years and it marked a sea change in the two-wheel division of the German brand. Its wins in Manx and Daytona rendered in commercial success.

Japanese motorcycles invaded the European market in the 1960s. BMW remodeled its range of products and launched one of its finest pieces: R90S, 900 cc and 67 HP - 7 000 rpm, thus cracking the mythic 200 km/h-limit plateau at the time.