A cuatro carreras del final esta es mi lectura del mundial: No solo basta tener la mejor moto, ni ser el mejor piloto, ni salir desde la pole el domingo para ganar un GP. Se necesita mucho más que eso, se necesita llevar todas tus posibilidades al límite, con la cabeza fría y la ilusión en el corazón. Eso ha hecho Márquez, con creces, y tiene una ventaja muy difícil de alcanzar por Valentino que sin lugar a dudas también le ha puesto lo suyo al mundial.

Los seguidores de Lorenzo se preguntarán, ¿Por qué el mallorquín no está en la lista? ¿No puede ser segundo del mundial por delante de Rossi? ¿No podrá él ganar el título? La verdad, me arriesgo a decir que no y aunque sé de sus cualidades como piloto, me reservo mis comentarios para cuando se suba  las rojas de Boloña.

Marc Márquez (Repsol Honda) no es santo de mi devoción, pero tengo que reconocer su talento en la habilidad de conducir, de leer la carrera, de llevar la moto al 101 % de sus posibilidades y no quedar tirado en el asfalto. No hay dudas para mí que es el mejor piloto de la nómina. Con su Honda oficial, que no está a la altura de las Yamaha, se ha adjudicado cuatro victorias, diez podios y seis poles para ser líder en todos estos departamentos. Su compañero de filas, Dani Pedrosa, solo ha negociado una victoria y tres podios. Mucha es la diferencia.

Valentino Rossi (Yamaha Movistar), el veterano de mil batallas, le ha dado emoción al mundial. Es muy difícil para cualquiera arrebatarle la corona a Márquez pero Il Dottore no se rinde. Dos victorias y ocho podios no definen todos sus esfuerzos, porque el italiano es el jinete que más veces ha pasado por la meta en carreras en primer lugar con 73, doce más que Marc y una más que su coequipero Lorenzo. Pero a Rossi no le valió la experiencia, se equivocó de estrategia con asfalto mojado y cometió errores de conducción que lo llevaron al suelo, fiascos que ahora pesan más que una mochila cargada de plomo.

Maverick Viñales (Suzuki) es el piloto con más futuro en la parrilla. Con la azul celeste, una moto con la que poco puede hacer a pesar de sus notables avances, el español le ha sacado literalmente el jugo y ha logrado encaramarse una vez en lo más alto del podio este curso. Además, suma dos podios, dos vueltas rápidas en GP y 26 vueltas como líder de carrera. Son resultados a los que su compañero de fila no les hace ni sombra. Y lo mejor, el año que viene está en Yamaha con Rossi, grande es su esperanza.

La razón a Márquez, el corazón a Rossi y el futuro a Viñales. Gran mundial.


This is my opinion on the world championship four races away from the final: it’s not only about having the best bike, being the finest pilot, or going out on Sunday to win a GP. It takes far more than that: you have to push your skills to the limit, keeping your head cool and carrying illusion in your heart. That’s what Marquez has done and he’s leading the pack, so it’ll be very hard for Valentino to catch up with him, although he has also done his best in the world championship.

Marc Marquez (Repsol Honda) is not my cup of tea, but I must highlight his driving talent, the way he reads the track, pushes the bike 101 percent and avoids falling on the racetrack. Valentino Rossi (Yamaha Movistar), the veteran of thousands of battles, has shed emotion on the tournament. It’s hard for everybody to take the crown away from Marquez, but Il Dottore doesn’t give up on him. Maverick Viñales (Suzuki) is the pilot with the best future on the grid. The Spanish pilot has made it through to the highest spot on the podium.
The reasoning goes to Marquez, the heart belongs to Rossi and the future to Viñales. What a great world championship!