Cushman: la motoneta americana
Las motonetas Cushman salieron al mercado en 1937, como alternativa de movilidad para jóvenes, obreros y jubilados norteamericanos, en medio de la crisis económica que precedió a la II Guerra Mundial. Era barata, con mecánica simple y muy fuerte, lo requerido para triunfar en el mercado de las dos ruedas de mediados del siglo XX.
Los primos Everett y Clinton Cushman fundaron, en 1903, una empresa de fabricación de motores para usos agrícolas, bombas de agua, cortadoras de césped y compresores de barcos, entre otros equipos, en Lincoln, capital de Nebraska, estado norteamericano del medio oeste, el cual se caracteriza por sus extensas llanuras. En 1936, Cushman decide construir una moto.
En 1937 sale la primera motoneta Cushman, como una asequible opción de transporte, más económica que el tradicional automóvil. Era un diseño diferente al de la moto común: ruedas pequeñas, una horquilla larga, manubrio ancho y su puño de acelerador inverso, único en la historia de la motocicleta. Para muchos, la Cushman vendría a ser la scooter de Estados Unidos.
Un vehículo descrito por un comentarista inglés de la época como: “artefacto con motor dentro de una armazón de dos ruedas, más tanque, asiento y timón para guiarlo”. Pero el artilugio, ajeno a la belleza y desconocedor del confort de los amortiguadores, resultó un éxito comercial en medio de las angustias financieras de un importante sector del medio y medio-bajo estatus social.
Cuando llegó la II Guerra Mundial, las motonetas Cushman ya eran conocidas, lo cual le permitió subirse al tren de la producción bélica y montar en motonetas Cushman a los paracaidistas, a mensajeros de bases militares, a técnicos en aeródromos y a todo cuanto soldado necesitó un medio de locomoción en los cuarteles. Por supuesto, estas motos no servían en la línea del frente.
Concluida la guerra, Cushman desmontó su espartana producción bélica para hacer una motoneta más confortable y un poquitín menos fea, aprovechando el aval de fiabilidad técnica que heredó de la contienda y los resultados financieros de su participación. Así se fabricaron las Cushman de los 50 y se expandió su comercialización. Más o menos por esa época llegaron a Cuba.
Mensajeros de farmacia, comerciantes, vendedores ambulantes, reparadores a domicilio, mecánicos, jardineros y hasta retirados y jóvenes (aún no llegaban los ciclomotores), se subieron a sus Cushman, con o sin sidecar, para trabajar, viajar, pasear o divertirse. La de 1951 traía muelles en el tren delantero y rígido detrás, se vendía como moto utilitaria con motor de hasta 250 cc en algunos modelos.
El modelo más famoso fue el Eagle (Águila), que se mantuvo 16 años en producción. Y un detalle: como “parar en seco” no estaba entre las prioridades de Cushman, tampoco se podría decir que disponía de buenos frenos. La Eagle de 1953 costaba menos de 160 USD (159.50), tenía chasis de perfil en U y chapa de hierro, el motor Huskie, monocilindro, de 4 tiempos y 242 cc que daba 4 CV, alcanzaba 80 km/h.
En 1961, Cushman lanzó el Súper Silver Eagle (Águila de Plata superior) con horquilla telescópica delantera cubierta por un pequeño pandero y la sección trasera revestida, todo de aluminio, arranque eléctrico con llave, asiento anatómico de muelles, alforjas, luces intermitentes, indicador de velocidad, espejos dobles y parabrisas. El motor, de 354 cc, daba 9 CV; tenía además cambio de dos velocidades.
En 1965, Cushman dejó de fabricar motos. La compañía terminó vendiendo las Vespa italianas, con nombre cambiado, para el mercado americano. Hoy fabrica diferentes vehículos industriales, para aeropuertos, estaciones y empresas de cargo.