Del refranero
Infinidad de expresiones populares, frases, refranes y sentencias aluden el pan como símil o protagonista de la cotidianeidad. A continuación algunos ejemplos que en verdad encierran muchas realidades: Guarda pan para mayo y maloja para tu caballo. //El que da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro. //Juan Cabeza de Pan, guarda los pollos que se te van. //¡Huye, pan, que te coge el diente! //Se vende como pan caliente (artículo o producción siempre demandada por clientes). // Y es de los que le dice al pan, “pan” y al vino, “vino” (persona muy sincera y valiente). //No solo de pan vive el hombre. //El pan, entre muchos, toca a menos. //Las penas, con pan, son menos. //Contigo, pan y cebolla (persona resuelta  a ser fiel). //Para buena hambre, no hay mal pan. //Pan reciente y uvas, a las mozas pone mudas y a las viejas quita arrugas. //A pan duro, diente agudo. //Con pan y vino, se anda el camino. //Cuando el marido tiene madera que cortar y la mujer harina que amasar, nunca falta leña y pan. //Más vale pan con amor que gallina con dolor. //De pan bendito, todo poquito. // Ser un pan con ojos (persona de nobles sentimientos).

 

¿Un árbol que da pan?
La fruta del pan o árbol del pan (Artocarpusaltilis) pertenece a la familia de las moráceas, que alcanza gran tamaño y con hojas también grandes, en forma de lóbulos. Originario del archipiélago polinesio, fue introducido en el Nuevo Mundo por el capitán inglés William Bligh (1753-1817), quien al mando del buque Bounty, tuvo la misión en 1787 de ensayar su cultivo en las Antillas, como probable sucedáneo de la harina de trigo y de la papa. Se atribuye haber sido la causa del famoso “Motín del Bounty”, al haberse racionado severamente el agua potable de la tripulación, para poder regar las posturas durante su travesía desde las islas Tahití. Un árbol puede fructificar durante ocho meses. Su fruto, de color verde amarillento y tamaño mayor al de una toronja bien desarrollada, es comestible, ya que su abundante endocarpio puede hervirse o freírse de modo similar a una raíz tuberosa feculenta, recomendándose añadirle mantequilla y sal para mejorar su sabor un tanto insípido. Pelado y cortado en rodajas, se tuesta sobre piedras calientes, lo que le proporciona un sabor algo dulce y similar al pan de harina de trigo; o igualmente, preparado en forma de pasta que se deja fermentar y después se cuece al horno, obteniéndose un pan de agradable sabor. Sus semillas tostadas también son comestibles, con sabor parecido a las castañas. Por sus hermosas frondas, en varias partes de América es empleado para sembrar a lo largo de las avenidas.

Panes, hasta en la geografía
También recibe el nombre de pan un tipo de formación montañosa, propia de regiones graníticas, con forma de domo, bastante más regular y perfecta que en los así denominados, pero con diferencias con ellos. Alcanzan amplias extensiones dimensiones y se localizan más bien en zonas de climas tropicales. Una de las más conocidas es el Pão de Açucar, representativo del paisaje carioca, en Río de Janeiro, Brasil.