Por siempre el Pan
Tal es la prevalencia en la historia universal y primordial tenencia de este alimento, que en diversas naciones se alude a su nombre como equivalente a sustento y razón esencial del trabajo diario para garantizar la subsistencia. La expresión ganarse el pan —y, de hecho, merecerlo— guarda relación directa con el pasaje bíblico que a modo de epígrafe encabeza el presente texto, aunque en Cuba suele emplearse como sinonimia conminativa ganarse los frijoles.
De creación ancestral, ya en el antiguo Egipto el pan era elaborado y consumido. Entre los tantos integrantes de la corte del Faraón, figuraba el llamado jefe de los reposteros o panaderos (Génesis 40, 1-22). También se menciona en las sagradas escrituras la existencia entre los israelitas del pan de cebada (para los pobres) y pan de harina de trigo (para los pudientes). Estas tortas u hogazas eran confeccionadas por mujeres en los rescoldos de hogares. Desde tan lejanas épocas provienen tanto el empleo del fermento o levadura para elaborar el pan (leudado) como el no fermentado (pan ázimo). Este último, para abreviar el proceso de confección y con fuerte presencia en la tradición judaica, en recordación a la salida desde Egipto del pueblo de Israel, que ante la premura no le fue posible esperar el tiempo necesario para la fermentación de la masa (Éxodo 12, 8). Dicho acontecimiento forma parte, hasta nuestros días, de las conmemoraciones propias de los judíos. En el sacramento cristiano de la Eucaristía, el pan simboliza el cuerpo de Cristo (Juan 6, 1-15).
Desde el punto de vista político podemos mencionar la expresión Al pueblo, pan y circo, procedente del latín panem et circenses, que fue originada en los tiempos de esplendor del antiguo imperio romano con evidente sentido peyorativo, aludiendo a la idea de diluir posibles conflictos sociales a través del entretenimiento y el alimento. Y es que el pan ha sido un alimento básico tan importante para la humanidad que se ha considerado desde siempre como uno de los alimentos por excelencia.
Al igual que en la antigüedad hoy se ha retomado el auge de la preparación del pan casero, en lo cual ha influido el hecho de que ya exista una variedad de equipos de cocción domésticos con los que se puede elaborar el pan de una forma fácil. Por estos días en que debemos permanecer en casa, consideramos que es uno de los deleites culinarios más socorridos en los hogares y sobre esto ofrecemos al lector algunas propuestas de recetas de pan.
Procedimiento para elaborar pan casero (de harina de trigo)
-Poner a calentar el horno.
-Disolver una cucharada de levadura de panadería en 1 ½ taza de agua tibia.
-Pasar por un tamiz fino cuatro tazas de harina junto con una cucharadita de sal y formar un montículo sobre una superficie plana y lisa. Hacerle una oquedad en su parte superior.
-Añadir la levadura previamente diluida a la harina con la sal.
-Amasar esta mezcla, con las manos, durante unos 15 min, hasta que adquiera consistencia homogénea, suave y elástica.
-Cubrir la masa con un paño húmedo y dejarla reposar durante 1 a 2 h.
-Amasarla nuevamente y ponerla a reposar unos 30 a 45 min.
-Dar forma deseada a las porciones de pan y hacerle incisiones superficiales sobre la parte superior.
-Poner los panes al horno, previamente calentado a 200 ºC, durante 25 a 30 minutos; o hasta que adquiera la coloración, textura y grado de cocción adecuado.
-Extraer del horno y dejar refrescar antes de guardarlo.
-Si se desea obtener una corteza crujiente, poner dentro del horno una olla, cazuela o perol con agua.
Ingredientes
Para 1 unidad
500 g de harina de trigo
10 g de levadura seca
240 ml de agua tibia
15 g de sal
Elaboración
Verter en un recipiente adecuado bastante grande la harina junto con la levadura y la sal. Revolver e integrar poco a poco el agua a medida que se va formando la masa. Amasar con las manos por unos 15 minutos hasta obtener una consistencia lisa y flexible. Recubrir con un paño y dejar en un recipiente en un lugar caliente reposar por unos 30 minutos.
Volver a amasar la masa por unos 15 minutos adicionales, darle la forma circular del pan que se quiera hacer, y la colocarla sobre una tartera o placa para hornear recubierta de papel antiadherente. Recubrir la masa con un paño limpio y dejarla reposar por otros 45 minutos a una hora. Con un pincel y agua humedecer la parte superior del pan, con un cuchillo hacer unos cortes y poner a hornear, en horno caliente a 230 ºC por 10 minutos. Bajar la intensidad del horno a 200 ºC y dejar otros 25 a 30 minutos aproximadamente.