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La marca francesa más antigua que construye  automóviles hoy día, es Peugeot. Hace más de 200 años (1810) la familia Peugeot ya fabricaba algo. Desde tiempos inmemoriales, los Peugeot tenían un molino para hacer harinas en Montbeliard. A fines del siglo XIX sus bicicletas fueron famosas y todavía se producen. En una carrera de bicicletas, Armand Peugeot decidió dedicarse a fabricar automóviles.

Cuando ya Carlos Benz había hecho su triciclo motorizado y Gottlieb Daimler exhibía su carro con motor de explosión en la Exposición Universal de París, Armand Peugeot, que fabricaba bicicletas, comprendió lo avanzado que estaba el automóvil. Comoquiera que Armand siempre fue un “modernista”, de “luz larga”, rápidamente le vio al nuevo vehículo a motor un promisorio futuro.

La familia Peugeot siempre construyó algo, desde herramientas hasta vestidos de mujer y Armand provenía del “troco familiar”: era nieto de Jean Pierre, uno de los grandes de la familia. Armand Peugeot nació en Valentigney, Francia, en 1849; estudió en la empresa metalúrgica de Leeds, en Gran Bretaña, y se graduó en el Ecole Centrale  (una escuela de ingenieros) de París. A su retorno a casa propuso la fabricación de bicicletas, de moda en Inglaterra.

El nuevo negocio de bicicletas se desarrolló, y con las ideas de Armand se multiplicó, porque “su” bicicleta es la que llegó a nuestros días. En 1892, la fábrica de bicicletas Peugeot ubicada en Beaulieu (una vieja instalación puesta a punto por Armand) ya producía unas 8 000 bicicletas anuales con 650 obreros. Pero antes, la “luz larga” de Armand se había fijado en el automóvil.

Incluso había hecho, en un primer intento, un vehículo de vapor con un motor del tipo Serpollet, que exhibió en la Exposición Universal de París (1889). Sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos, Armand no estaba satisfecho con “su” auto. En la propia Exposición Universal vio el carro de Daimler, que “era otra cosa”. Armand Peugeot y Gottlieb Daimler se conocieron allí e hicieron amistad.

El contacto entre Daimler y Peugeot fue Emile Lavassor, representante de Daimler en Francia. Así, Gottlieb visitó las fábricas Peugeot y Armand decidió comprar motores a Levassor para sus automóviles. En 1891, ya Armand disponía del primer Peugeot con motor de combustión interna (realmente era una burda aplicación del motor Daimler a un coche de caballos).

En septiembre de ese año (1891), el periódico Petit Journal, de gran clientela por sus folletines y premios deportivos, organizó una carrera de bicicletas. El itinerario era de París a Brest, ida y vuelta: 1 200 km de recorrido. Armand Peugeot deseaba ver el comportamiento de sus bicicletas en carrera y también, por qué no, la de sus competidores. Por ello participó en su nuevo automóvil Peugeot-Daimler. Un periodista describe la participación del automóvil en la carrera de bicicletas: “Dos choferes se relevan en la conducción…

“A lo largo de las carreteras, las muchedumbres que acuden a ver pasar a los ciclistas quedan estupefactos ante la presencia de aquel monstruo rodante, un carro sin caballos, una locomotora sin rieles, sin chimenea, sin humo… Cuando aparece un tumulto de explosiones y de nubes de polvo, se produce la impresión del Apocalipsis… Y esto les hace olvidar por momentos a los hombres que pedalean…”

El promedio de velocidad del ciclista ganador fue de 16.3 km/h, el del automóvil Peugeot: 14.7. Sin comentarios. Pero el impacto público fue fabuloso, el automóvil ganaba espacio rápidamente. Armand Peugeot tomó la decisión de fabricar automóviles. En lo que quedaba de ese propio año (1891), de la fábrica de bicicletas Peugeot, en Beaulieu, salen los primeros cinco automóviles. 

Al año siguiente (1892) ya son 29 coches los que construye Peugeot y para 1994 se estaban fabricando 40 autos anuales, o sea: un automóvil cada nueve días, cifra muy prominente entre los constructores de autos de la época. Sin embargo, una parte de la familia Peugeot no quiere fabricar automóviles, les va bien con las bicicletas ¿para qué cambiar de producto?

Se produjo una ruptura con su primo Eugene y Armand montó una nueva fábrica en Audincourt, cerca de la frontera con Suiza. Allí fundó la “Societé Anonyme des Automobiles Peugeot” en 1897. Comenzó a fabricar sus propios motores Peugeot y en 1898 abrió una nueva planta en Lille. Entre 1897 y 1902, Peugeot construyó unos 1 400 automóviles con motor y carrocería (de diferentes modelos) propios, a diferencia de otras marcas que vendían motor y chasis para que la carrocería la mandara a hacer el dueño.

En febrero de 1910, al no tener ningún heredero varón, Armand acordó fusionar su  empresa con la de Eugene. De esa unión nació el complejo de fábricas en Sochaux, donde hoy día se construyen los Peugeot. Así se creó la “Societé des Automobiles et Cycles Peugeot”. Ese año Peugeot conoció a otro grande del automóvil: Ettore Bugatti, mezcla de artista y mecánico, con quien colaboró.

Con Bugatti, Peugeot entró al automovilismo (deporte del automóvil). Fueron coches deportivos y de carrera con admirables resultados. En 1913, Armand dejó la dirección de la empresa cuando Peugeot producía unos 10 000 autos por año. El 2 de enero de 1915 falleció Armand Peugeot con la satisfacción de ser el mayor productor, entonces, de automóviles franceses.