Tras actuar como tal en filmes de ficción, decidió recibir entrenamiento para convertirse, a los 53 años de edad, en un piloto de la vida real. Hoy, con 77 años, muestra su amor por los vuelos con una colección particular de jets privados, avionetas y helicópteros. Una digna manera de demostrar su pasión por los aviones.

Sin embargo, en los últimos tiempos ha tenido varios accidentes que, si bien no fueron catastróficos, han forzado a las autoridades aeronáuticas a cursar una alerta de peligro a Ford, la cual podría terminar con retirarle la licencia de piloto. Pero él demostró, tras un examen, que sus respuestas a situaciones complicadas son excelentes.

La alerta de peligro a Ford sucedió después de distintos accidentes o las llamadas situaciones complicadas, en las cuales Harrison Ford sufrió de torceduras y fracturas de tobillo, aunque lo más complejo hayan sido sus aterrizajes de emergencia. Ante tales riesgos, Ford persiste y declaró que no dejará de volar. Para ello dispone de su amplia colección de aeronaves, comenzando, por supuesto, con los Cessna, uno de los fabricantes de aviones favoritos de las estrellas de Hollywood. Harrison Ford tiene tres: un Citation Sovereign 680, el cual utiliza para viajes largos y algún que otro desplazamiento con la familia, que le costó casi veinte millones de dólares. Es de color verde, mide 18 metros de largo y dispone de capacidad para 10 pasajeros. Su velocidad crucero es de 850 kilómetros por hora, con autonomía de poco más de 5 000. 

Ford cuenta, además, con un Cessna 208B Grand Caravan, un jet hecho en Estados Unidos conocido como Cargomáster, de los años ochenta. Mide 12 metros de largo y su capacidad es para 9 pasajeros, velocidad crucero de 317 km/h y autonomía de 2 000. Y también tiene un Cessna 525B Citation Jet 3, de los años noventa, que mide 12,98 metros y admite 6 pasajeros. Su velocidad crucero es de 770 km/h.

 Como parte de su flota particular, Harrison Ford tenía, restaurado, una reliquia de la Segunda Guerra Mundial, con el que sufrió un aparatoso accidente en Santa Mónica, en 2015. Con el Ryan PT-22 Recruit se estrelló. Milagrosamente Ford solo tuvo mínimos daños físicos. Era tipo biplaza, de 7 metros de largo, con velocidad crucero de 160 km/h. 

Entre las aeronaves del actor hollywoodense está un Husky Aviat A-1C, avión icónico y ligero de Estados Unidos fabricado en 2007, con 6,88 metros de largo, cuya velocidad crucero es de 255 km/h. Asimismo, cuenta con un Pilatus PC-12, aeronave con sistema de presurización de 14 metros de largo, con capacidad para 9 pasajeros y 2 pilotos. Su velocidad crucero es de 500 km/h.

 Por si fuera poco, Harrison Ford tiene un 1929 Waco Taperwing, un jet vintage que califica como el avión más antiguo de su colección. Es un biplano de tres asientos, liviano y sencillo, fácil de pilotar, con evidente romanticismo histórico. Y para completar, un helicóptero Bell 407, que usa para evitar el tráfico urbano volando a 259 km/h.

Nada, que a Harrison Ford le encanta andar por los cielos. 

 

Harrison Ford's passion for airplanes

If you remember Harrison Ford, playing Han Solo, the Millennium Falcon pilot in the movie “Star Wars,” you should know that he did it at ease, because his passion is precisely that: to fly an aircraft, even at a science fiction film. Even more, in five of his films, he has been the real pilot in action.

After acting as such in fiction films, he decided to receive training to become, at 53 years of age, a real-life pilot. Today, at 77, he shows his love for flights with a private collection of private jets, light aircraft and helicopters: a decent way to show your passion for airplanes.

 

Harrison Ford loves to ride the skies.