El arte de crear en el bar
El barman es un artesano del hielo y un poeta del alcohol, pero muy pocos logran que una mezcla sea apreciada por el gran público y alcance fama hasta convertirse en un clásico mundial
Crear, del latín creare, es producir algo que no existe, es engendrar, es sinónimo de hacer, inventar, establecer algo nuevo. Tal es el caso de los bares y sus bartenders, quienes en su afán de crear nuevas mezclas alcohólicas y sin alcohol, buscan con la constante invención desde formas simples a complejas, para complacer al más exigente y caprichoso de los clientes, con lo cual logran verdaderas obras de arte en el mundo de las bebidas.
Cuando se dice que “el barman es un artesano del hielo y un poeta del alcohol”, se tiene en cuenta que muchos bartenders son verdaderos artífices en el acto de crear cócteles, algunos de los cuales han trascendido a través del tiempo hasta convertirse en clásicos mundiales, en verdaderas obras de arte de fama universal.
Si en el mundo del arte, obra y creador famosos son reconocidos hasta por pocos entendidos en la materia, como sucede con La Mona Lisa, de Da Vinci; no sucede siempre igual en el ámbito de la coctelería, pues pocas veces encontramos que ambos tengan igual fama, como sucede, por ejemplo, con el Daiquirí Frapé y su inventor, el barman cubano Constantino Ribalaigua (Constante), que tenía sus predios en el bar Floridita, de La Habana, Cuba.
Los bartenders para crear una nueva mezcla necesitan antes que todo del talento, ser auténticos, pero también de conocimientos técnicos y habilidades que le permitan lograr el empaste y equilibrio necesario para satisfacer el gusto de los clientes en todos sus sentidos, pero fundamentalmente en vista, olfato y gusto, los cuales determinan que la apreciación general sea la más aceptada.
La inspiración también cuenta, pues el barman muchas veces toma como punto de partida de sus creaciones a sus seres queridos, amigos, equipos deportivos, estrellas del arte, la mitología y hasta sus sueños, a los cuales les dedica el cóctel, buscando que en la mezcla estén presentes algunas características del mismo.
Para crear un cóctel recomendamos algunas reglas que pueden ayudar en la creación de uno nuevo:
-Definir las características más generales de la mezcla: si será un aperitivo, refrescante, digestivo, de sobremesa, atípico, molecular, frío o caliente, sin alcohol…
- Decidir la variedad del cóctel: elaborado en su propio recipiente, batido, revuelto, o frapeado…
- Escoger si se hará siguiendo un estilo clásico o de fantasía.
- Clasificarlo por sus medidas cúbicas: cortos, medios y largos.
- Tener ciertos conocimientos de botánica (origen y forma de obtención de las bebidas), de química (fórmulas principales de las mezclas) y de física (medidas, estados de agregación, equilibrio de los ingredientes).
- Debe tener en cuenta el orden en que deben colocarse las bebidas para lograr una mezcla satisfactoria: las más densas debajo, las más ligeras encima; los que tengan como base azúcar y limón diluirlos bien primero; los alimenticios con ingredientes como huevo, leche, frutas naturales u otros, siempre colarlos. Las mezclas con cava, champagne, sidras o vinos espumosos nunca se unirán a cremas de whisky, ni con leche, ni mucho menos se elaborarán con la coctelera. Tampoco deberán mezclarse jugos cítricos con leche. En el caso de la piña colada, es importante recordar que se trata de una combinación de orchata de coco con jugo de piña, nunca con leche de vaca como algunas veces vemos, porque en ese caso se corta.
- Es importante conocer cómo se elabora una ficha técnica de un cóctel, teniendo en cuenta especificar ingredientes, medidas, utensilios, pasos en la preparación, entre otros elementos.
- El bartender tiene que saber que la elaboración y presentación de un cóctel no debe exceder los cinco minutos, por lo cual si su decoración conlleva complicadas figuras, estas deben tenerse confeccionadas de antemano.
- Se deben dominar las medidas y usos de copas y vasos, así como los usos correctos de los utensilios de trabajo fundamentales para un barman, como el vaso de mezclar, la coctelera, batidora-licuadora, cucharilla o colador de espiral, entre otros.
- Siempre debe utilizarse un medidor para lograr la dosis exacta, el equilibrio en la mezcla y además poderlas plasmar adecuadamente en la ficha técnica.
- Es recomendable elegir para una nueva mezcla bebidas con calidad y de marcas reconocidas y con prestigio.
- El barman debe dar a degustar su creación a un equipo de expertos en cata de coctelería, quienes son capaces de valorar la decoración, transparencia, colores, olores, gustos, y otros elementos que deciden si la mezcla logra el empaste deseado y cumple con las características propuestas.
Los anteriores apenas son algunos de los elementos que debe tener en cuenta un bartender que se propone crear una nueva mezcla, en aras de lograr un coctel equilibrado, aunque los ingredientes fundamentales, su inspiración y creatividad, no los podrá encontrar ni en el mejor surtido de bebidas, sino que deberá buscarlas dentro de sí mismo.