DESDE LA ANTIGÜEDAD HASTA NUESTROS DÍAS, LA TRUFA HA CONSTITUIDO UN ELEMENTO MEDULAR, MISTERIOSO, VITAL, CÉLEBRE Y APASIONADO DE LA GASTRONOMÍA. Y ES QUE NO SE PUEDE EVOCAR LA TRUFA SIN SER IRREMEDIABLEMENTE ATRAÍDOS POR DOS SENTIMIENTOS CONTRAPUESTOS: EL PRIMERO ES PLACENTERO Y CONCIERNE A LA SUTILEZA DE SU AROMA Y A LA EXCELSITUD DE SU SABOR; EL SEGUNDO ES INCÓMODO: LA DESMESURA DE SU PRECIO.

Las trufas blancas en la cocina

Las trufas se han convertido automáticamente en parte de la cocina piamontesa gracias a los cocineros de Saboya.

Diez gramos son suficientes para mejorar cualquier plato de comida. Las nuevas recetas basadas en la trufa se crean gracias a su versatilidad y capacidad para mejorar diferentes platos, incluidos aquellos que no fueron diseñados originalmente para la trufa.

Historia

En el año 700, el tartufo piamontese era considerado en todas las cortes europeas un alimento.

Dentro de los grandes apasionados de la trufa se encontraba el músico Gioacchino Rossini, quien lo definió como “el Mozart de los hongos”.

La trufa blanca piamontesa es siempre considerada la más preciada, por lo que ha conseguido fama mundial. A ello ha contribuido la gran obra de promoción de Giacomo Morra, gran restaurador de Alba, “coronado” como rey de la trufa en el año 1933 en el Times de Londres.

Tips

Debe guardarse en el frigorífico envuelta en papel de cocina y colocada en un recipiente de cristal. La trufa fresca se puede conservar alrededor de una semana dentro del frigorífico, pero debe consumirse tan pronto como sea posible.

Limpiarla con un cepillo debajo del agua fría del grifo para quitar los posibles restos de tierra; después se seca con mucho cuidado y se puede consumir pasados unos 10 minutos.

La mejor forma de apreciar el intenso y potente aroma de la trufa es rallarla con la mandolina (ralladora específica para trufas) en platos que tienen un sabor moderado. Las trufas se emparejarán hermosamente con tartar de carne, huevos fritos, tallarines y fondue de queso.

Receta Huevo millesimé

Ingredientes

Yema de huevo

Perlage de trufa

Sal de trufa

Pimienta

Láminas de trufa

Crema de boletus

Focaccia

Preparación

La yema de huevo se pasa con un soplete y se le añade perlage de trufa, sal de trufa y pimienta. Se calienta una crema de boletus y trufa y se añade a la mezcla de la yema. Se rompe la yema y se mezcla bien. Se lamina por encima la trufa blanca con una mandolina.

Se sirve acompañado de focaccia pasada por horno para mojar.

 

The Piamontese Truffle from Alba

From the dawn of mankind to date, truffle has been a vital, mysterious, famous and passionate element of gastronomy. And the fact of the matter is that you cannot evoke truffle without being hopelessly attracted by two opposing feelings: the first is pleasurable and concerns the subtlety of its aroma and the excellence of its taste; the second is awkward: the unreasonable price.