Campeche el tesoro desconocido de México
Llegué a la ciudad de Campeche (capital del Estado) al atardecer de un domingo del mes de mayo. Como en toda la península de Yucatán, la temperatura es estable y Alta, con un grado de humedad también alto, pero la sensación agradable. El programa para conocer el lugar contaba con: largas excursiones a las zonas arqueológicas,, la selva, pequeñas poblaciones indígenas y demás.
Salimos hacia el interior del Estado, en busca de las majestuosas ciudades mayas de Edzná y Calakmul. El viaje era largo, pero se hacía muy ameno, porque el verde de sus parajes lo llenaba todo. Campeche es verde: de ese color es su selva y mar, las lagunas y los ríos. Esa misma tarde debíamos asistir a una representación en el fuerte de la ciudad de Campeche que fue fundada hace casi 500 años, cuando los conquistadores españoles desembarcaron en el poblado maya de Ah Kin Pech, comenzando de esta manera, a escribirse la historia de Campeche. Para proteger la villla, se ordenó la construcción de fuertes y baluartes alrededor de la ciudad, unidos entre sí por una muralla. Es allí. Intramuros, donde se ubica hoy el corazón urbano.
Con dos millones de hectáreas de zonas protegidas que se reparten entre agua y tierra, la biodiversidad se halla en constante reproducción. En esta geografía plena de vida, los mayas decidieron levantar sus ciudades, hace casi tres mil años.
Los primeros asentamiento tuvieron lugar, en los que hoy denominan, Sur Arqueológico, cerca de la frontera de Guatemala, donde se ubica la Reserva de la Biosfera de Calakmul. Esta majestuosa ciudad maya, del mismo nombre, está en el corazón de una de las grandes reservas ecológicas de México y más salvajes.