Hotel Nacional de Cuba

Aparece inscrito en el Registro Memoria del Mundo. Esta distinción, otorgada por la Unesco en 2010, se le con rió por primera vez a un hotel al que el escritor cubano Alejo Carpentier llamara el «Castillo encantado ». Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad y Monumento Nacional de Cuba, y es considerado uno de los veinticinco hoteles palacios del mundo.

Un reloj alemán de 1897 le da la bienvenida al lobby, junto a otros tres norteamericanos de principios del siglo XX. Desde la década de los años treinta, por sus pisos originales, fabricados expresamente en Sevilla, anduvieron ilustres huéspedes, entre jefes de Estado, connotados ma osos y grandes artístas como Johnny Weismuller (Tarzán), Buster Keaton, Ava Gadner, Jorge Negrete, María Félix, Libertad Lamarque, Rita Hayworth, Errol Flyn, Josephine Baker, Walt Disney y Marlon Brando.

Más de trescientos piezas patrimoniales convierten al Hotel Nacional en un sui generis museo de arte.
Se pueden admirar fotos, pinturas, relojes antiguos; sentarse en muebles de estilo inglés; apreciar lámparas art-noveau, porcelanas francesas de Sëvres, adornos de cerámicas mayúlicas, óleos de pintores cubanos de las primeras décadas del siglo y estatuas de mármol de Carrara, al estilo de la Venus de la Piedad, ubicada en la pérgola del edificio. Su arquitectura ecléctica es majestuosa: confluyen estilos como art decó, neoclásico y morisco.

Su cúpula es rematada con grandes piezas de ajedrez en honor al maestro José Raúl Capablanca, admirado como campeón mundial en el Salón de la Fama. Desde entonces no han cesado de hospedarse  celebridades de todo el orbe: Gabriel García Márquez, Kevin Costner, Steven Spielberg, Naomi Campbell, Robert de Niro…

Con 439 habitaciones en siete pisos, el Hotel Nacional es la institución insignia del grupo Gran Caribe, y son bien otorgadas sus cinco estrellas.

«Les dejo el tiempo, todo el tiempo»
Eliseo Diego