Honduras
Parece tarea fácil llevarlos a un viaje por tierras hondureñas, un pequeño país centroamericano de 112 500 km2, conquistado por los españoles y de particular encanto, pero esto no responde a la realidad de estas tierras; Honduras es sorpresa a la realidad del viajero.
Es un país de compleja belleza y rica cultura que se mueve entre la tradición y la modernidad, se vive con intensidad y se mira con nostalgia en la partida, ya que sus pueblos y su gente abren sus corazones y nos hacen sentir como en casa.
La actual República de Honduras es el resultado de un variado y profundo mestizaje que se refleja en sus calles, edificios, colores, sabores y sonidos. Los primeros pobladores de la región fueron los Chibcas, Lencas y Mayas, civilizaciones que llenaron de esplendor y fueron transmisoras de una rica herencia artesanal, arquitectónica y cultural.
HERENCIA MILENARIA A lo largo y ancho de este territorio caminaron antiguas civilizaciones que fueron sembrando la tierra de magia e historia. Hoy en día miles de turistas se ven atraídos por el misterio que los envuelve.
La Metrópolis Maya de Copán alcanzó durante su época de oro incomparables logros escultóricos y arquitectónicos, lo que la consolidó como el Centro Artístico más importante del mundo Maya.
Las Ruinas de Copán nos permiten viajar a un pasado que nos envuelve en un embrujo que sabe a historia auténtica y a sabiduría. Múltiples museos y parques arqueológicos (El Sapo, El Puente o LasEstelas) nos permiten respirar aires de leyenda.
Existen actualmente gran número de pueblos indígenas en todo el territorio, todos ellos han aderezado la cultura de este país y aún siguen haciéndolo ya que la mayoría de ellos conservan sus tradiciones.
ENCANTO COLONIAL La colonización española, como en todo el territorio americano, dio como resultado una fusión cultural de carácter pintoresco. Son muchas las ciudades que mantienen sus estructuras coloniales: Tegucigalpa, la capital del país (llamada cariñosamente por sus habitantes “Tegus”) guarda en sus calles empedradas auténticas maravillas de la colonia.
En el centro histórico de la ciudad se encuentran los edificios viejos y la mayoría de los museos. Ciudades con características muy particulares fueron importantes núcleos coloniales; hoy, recorrer sus calles es la mejor forma de conocer la historia hispánica de Honduras: Comayagua, fue oligarca ciudad establecida equidistante entre los dos océanos que limitan las costas del país. Sus construcciones coloniales son la mejor ornamenta de sus calles.
Omoa (al norte) y Choluteca (al sur) son ciudades protegidas por imponentes fortalezas que aún siguen custodiando sus costas. Importantes encantos coloniales poseen las ciudades de Yuscarán (antiguo núcleo minero) Santa Bárbara (con numerosas casonas, iglesias y el Castillo de Bográn) y Santa Rosa (con su pintoresco casco histórico colonial y la fábrica de puros “La Flor de Copán”).
NATURALEZA INDÓMITA Honduras nos ofrece paisajes para la contemplación y la aventura. El Parque Nacional Pico Bonito, es una cordillera que se extiende de este a oeste. Paraje inexplorado y extraordinario nos adentra en los verdes encantos del bosque tropical y alberga gran cantidad de flora y fauna. Caudalosos ríos como el Cangrejal en Pico Alto nos brinda la oportunidad de retar a la naturaleza en sus aguas, o alcanzar las máximas altitudes del bosque nuboso.
La más extensa zona protegida del país la encontramos en la conocida como La Moskitia, un vasto e inexplorado terreno de selva lluviosa tropical. En este amplio territorio encontramos reservas naturales (Rio Plátano, Rus Rus y Tawahka) y el Parque Nacional (Patuca).
Y más allá de las verdes cordilleras se extiende el Caribe Hondureño, una serie de playas, islas y cayos de azules ligeros que invitan a la calma y la contemplación. Cayos Cochinos, Arrecifes y las playas de Tela y La Ceiba son parajes de ensueño y sus orillas rebozan belleza vibrante.
Islas de la Bahía es famosa por sus maravillosos fondos “obra de arte natural”, un paraíso para el submarinismo ya que por sus costas caribeñas pasa la segunda barrera coralina más importante del mundo, esto sitúa a Honduras como uno de los cinco mejores destinos de buceo en el mundo.
Al sur, el Golfo de Fonseca nos invita a perdernos en sus canales de manglares y a disfrutar de sus costas, particulares por ser de arena negra.
Honduras es todo un reto a los sentidos, es un pueblo amable y apacible, de sonrisa espontánea y alegría inagotable. Recorrer sus tierras es vivir el pasado, presente y futuro de un país que es resumen de la creación y que se conserva escondido, esperando ser descubierto.