Figuras de Buda en las cuevas del Templo / Elefantes del orfanato de Dambulla en su momento diario de baño.
Campesina rallando coco con punta de acero / Piscina del siglo V a.C en lo alto de Sirigiya
Parque Nacional de Yala. Safari en 4x4. / Kandy, segunda ciudad de Sri Lanka
Campesino regando las plantaciones de té, foto tomada desde el tren mientras viajábamos de Nuwara Eliya a Ella / Los pequeños monos juguetean en los Templos y también descansan tentempié en mano.

SRI LANKA, CONOCIDA A LO LARGO DE LOS AÑOS COMO LANKA, SIMOUNDOU, SELAN LANKADVĪPA, TAPROBANE, SERENDIB, CEILÁN, LÁGRIMA DE LA INDIA Y MUCHOS MÁS NOMBRES, ES UNA PEQUEÑA ISLA BAÑADA POR EL ÍNDICO Y UBICADA EN UN PUNTO ESTRATÉGICO DEL MUNDO QUE FUE COLONIZADA POR PORTUGUESES, HOLANDESES E INGLESES A LO LARGO DE LA HISTORIA. LOS EUROPEOS DEJARON UNA ARRAIGADA MULTICULTURALIDAD QUE AL DÍA DE HOY SIGUE SIENDO PALPABLE EN DIFERENTES PUNTOS DEL PAÍS. RESPETO ES LA PALABRA QUE DEFINE A SUS HABITANTES, EN ESTE PEQUEÑO PAÍS MULTIÉTNICO Y RELIGIOSO

Recorrer el país es una experiencia enriquecedora en todos los aspectos: cultura, texturas, sabores, historia, colores, naturaleza, flora, fauna, deportes, playas, aventura… fue considerado el país de los mil nombres pero es el país de las mil y una actividades. En Sri Lanka tendrás la oportunidad de ver el animal más grande de la tierra –elefante– y el más grande del mar –ballena–, en el mismo día.
Colombo, la capital, es al día de hoy una ciudad de paso para el turista que está creciendo y desarrollando proyectos urbanísticos al más alto nivel internacional, lo que la ubicará en el mapa de metrópolis del mundo a medio plazo. El país en sí está haciendo una gran inversión en infraestructuras y, aunque de momento solo existe una autopista, ya está planificado ampliar kilómetros de la misma hacia el interior del país, que facilitarán el transporte de los viajeros.
La primera parada en el país ya hace que afloren sentimientos e ilusión: un orfanato para elefantes asiáticos creado en 1975 en el parque nacional Wilpattu y que más tarde fue desplazado a Pinnawala. Este centro de 10 ha se dedica a la cría y cuidado de elefantes sin manada o enfermos y hoy viven en este orfanato cerca de 100 ejemplares que son mantenidos, alimentados y cuidados. Uno de los momentos más emotivos es el baño en libertad que les permiten en un río cercano.
Un trayecto de unas dos horas por estrechas –pero nuevas– carreteras, permite llegar al Templo de la Cueva, o también conocido como El Templo de Oro de Dambulla, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1991. Este templo budista, que data del siglo I a.C., tallado sobre roca y ubicado a unos 150 m, cuenta con 5 cuevas en las que se conservan a la perfección más de 1500 pinturas. El complejo cuenta además con esculturas singalesas y estatuas de Buda en diferentes posiciones: dormido (cuando la escultura tiene la mano bajo la cabeza y los pies alineados), yacente (cuando uno de los pies está ligeramente adelantado) en pie o sentado. La mayor tiene un tamaño de 15 m.
En el mismo distrito de Matale encontramos otro Patrimonio de la Humanidad, declarado por la Unesco en 1982 y una de las imágenes más conocidas internacionalmente de Sri Lanka: Sigiriya. Una majestuosa roca visible a kilómetros de distancia que ha servido de inspiración para escritores de ficción como el inglés Arthur C. Clarke en su galardonada novela de 1979, Las fuentes del paraíso. El complejo que rodea a esta erosión fue mandado a construir por el rey Kasyapa en el siglo V a.C. Según la leyenda, este asesinó a su padre y le usurpó el trono a su hermano. Es por ello que Kasyapa mandó a construir el palacio en lo alto de la roca, rodeado por majestuosos jardines y estanques, a más de 300 m de altura, trasladando así la capital del país. Su hermano, que viajó a la India para formar un ejército que le permitiese batallar, le declaró la guerra al autoproclamado rey, que fue abandonado por sus soldados y decidió suicidarse. Tras la muerte del rey Kasyapa, la capital volvió a Anuradhapura y Sigiriya se convirtió en un complejo budista hasta el siglo XIV, cuando fue abandonado hasta el siglo XX.
Hoy se puede visitar por completo, lo que incluye subir 1 202 escalones hasta llegar a la cima de la roca, atravesando las amplias zonas ajardinadas, caminando entre erosiones naturales, visualizando en el muro-espejo firmas de visitantes de hace miles de años y frescos de mujeres que realzan la figura de las féminas y que fueron en gran parte eliminados por culto. Todo esto nos lleva a la puerta de los leones y a la última escalinata para llegar a la cima y vislumbrar las grandes y verdes llanuras que rodean a este lugar maravilloso.
No lejos encontramos Polonnauwa, ciudad que también fue capital de Sri Lanka y donde hoy se conservan, a lo largo de sus 122 ha, ruinas de antiguos conjuntos arquitectónicos de culto y comercio, junto a bellos lagos que parecen ser observados por majestuosas representaciones de Buda, que permiten hacerse una idea de la grandeza del emplazamiento, allá por el siglo XII.
La atenta mirada de Buda parece estar presente en cualquier rincón del país y sin duda es en Kandy –llamada la capital de las montañas– donde se encuentra el centro religioso budista por excelencia: El templo del diente de Buda. Tras la muerte e incineración de Buda en el siglo V a.C., según cuentan los lugareños y la leyenda, el colmillo del profeta fue trasladado desde la India.  Hoy es un destino de culto internacional, un majestuoso templo visitado por miles de turistas y fieles anualmente. Un lugar que fue objetivo de un fatídico atentado en 1998, durante la guerra civil. El templo quedó destruido a excepción del edificio donde se conserva la reliquia, que no sufrió daño alguno. Pagando una entrada se puede visitar por completo el templo remodelado e incluso acudir a las ofrendas de los fieles.
Los alrededores de Kandy están repletos de plantaciones de té, consideradas de las mejores plantaciones del mundo, ya que las condiciones de humedad, bajas temperaturas, viento y lluvias en la sierra central del país, crean un clima que favorece la producción de alta calidad. Admirando las extensas plantaciones llegamos a Nuwara Eliya, una villa en el centro del país, conocida comúnmente como Little England, debido a su arraigo colonial. Un lugar apreciado por las acaudaladas familias del país como residencia de descanso y por residentes de los vecinos Emiratos, dado su fresco clima, así como actividades sociales y deportes tales como el golf o las famosas carreras de caballos. A pocos minutos llegamos a la estación de tren de Nanu–Oya donde subirse a un tren y recorrer hasta las plantaciones de té, pequeñas aldeas de agricultores e interminables vistas a la naturaleza merece mucho la pena.
Un viaje por carreteras, en perfecto estado, pero llenas de estrechas y cerradas curvas, nos lleva al alba hasta el Parque Nacional de Yala. En 4x4 se puede recorrer el parque en el que cada frenazo, silencio y aspavientos de guía hacen dar un vuelco al corazón para descubrir especies alucinantes a tan solo un paso de ti. Animales como leopardos, elefantes, aves por doquier, cervatillos… Este safari provoca un sentimiento de euforia constante hasta que llegas a la orilla del mar, ese mar que absorbió la tierra durante el tsunami de 2004, y que devastó la zona llevándose por delante todo lo que había a su paso, incluido la vida de 250 personas (de los casi 30 000 fallecidos). Cuando estás rodeado de animales, arena y agua, completamente solo en ese paradisiaco lugar, respiras hondo y la sensación de vacío y silencio inunda tu cabeza, símbolo de respeto y recuerdo de lo sucedido.
Pero, Sri Lanka tiene más que verdes estampas, animales, templos y complicadas carreteras. Las playas de la isla son espectaculares y adecuadas a los intereses de los diferentes tipos de turismo. Playas de postal, de esas fotografías que vemos en Instagram y pensamos: ¡Está retocada! Pues no, esa playa existe, en el sur del país y se llama Mirissa.  Fina arena bañada por aguas cristalinas y puestas de sol de ensueño. Pero, a un par de kilómetros podemos encontrar el paraíso de los amantes del surf, Weligama. Un lugar mágico, lleno de energía positiva y de turistas, en su mayoría mochileros, dispuestos a subirse a la cresta de la ola, o por qué no, a bucear las cristalinas aguas para disfrutar de los sumergidos paisajes naturales.
Otra de las actividades, impactantes en la isla consiste en subir a un barco y navegar más allá de lo que imaginas, para divisar el asombroso baile  de las enormes ballenas y delfines que se encuentran a algunas millas de la costa de Sri Lanka, donde turistas entusiasmados se mezclan con enormes buques de carga que atraviesan el océano rumbo a su destino.

GUIA DE VIAJE:
Moneda: Rupia
Religión mayoritaria: Budista.
Idioma: Singalés / Inglés.
Visado: Online.
Internet: SIM
con datos muy accesible.
Alojamiento
Colombo:
• Mount Lavinia Hotel.
www.mountlaviniahotel.com
• Mirage Hotel.
www.miragecolombo.com
Dambulla:
• Rangiri Dambulla Resort.
www.lsrhotels.com
• The Paradise Resort & Spa.
www.brownshotels.com
Kandy
• Hotel Thilanka.
www.brownshotels.com
• OZO Hotel Kandy.
www.ozohotels.com
Nuwara Eliya
• Heaven Seven Hotel.
www.heavensevenhotels.com
Kataragama
• Mandara Rosen Hotel.
www.mandararosen.com
Weligama
• Crystal Villa.
www.holidayssrilanka.com
Actividades:
- Escuela de buceo (Welligama):
www.scubadivingweligama.com
-Avistamiento de ballenas (Mirissa):
www.whaleswow.com

 

“Crystal Holidays especialista en Sri Lanka y Maldivas, organiza viajes a medida adaptado a los intereses de cada turista. Con ellos te sentirás seguro y su profesionalidad se demuestra en cada detalle del viaje”
www.holidayssrilanka.com
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