Oír un mariachi es volar, es sentir como el corazón hace memoria de amores, de dolor, de recuerdos de lo vivido y de lo que queda por vivir. Es sentir que un nudo te atrapa y el mundo parece más intenso, más meloso, más triste y más de verdad. Las notas de la trompeta saltan por la piel, mecidas por las voces profundas que te llenan la cabeza de imágenes, de todo lo que alguien nos hizo sufrir y lo que hicimos claro.....pero es la vida en su esencia más pura, son los sentimientos humanos desgarrados y auténticos. Es México. Es vibrar sin pensar. Es sufrir y disfrutarlo. Y si además de sentirlo queremos saber su origen, muchas son las teorías, pero la que más nos gusta es la que dice que proviene del náhuatl MARIA CE SON, encontrado en una alabanza a la Virgen de Pila y que pronunciaban como Maria - she o Maria - shi.