Miles de empresarios de todo el mundo llegaron a La Habana junto al raro otoño cubano para asistir a la edición 37 de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV), que monta campamento desde varias semanas antes en los pabellones de Expocuba, el mayor recinto ferial del país.

«El bloqueo no pudo cerrarnos la Feria», nos decía optimista el Ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, en exclusiva para Excelencias, cuando faltaban días para cortar la cinta.

El nivel de confirmaciones, por países y a título individual, sin llegar a superar las marcas del año anterior, ya se valoraba como un éxito desde mucho antes de comenzar la fiesta expositiva.

«Ni la persecución financiera, ni las sanciones y amenazas, han podido apagar el interés por Cuba. Empresas de todos los continentes siguen confiando en el mercado cubano y ya están listas para negociar», argumenta el ministro.

La escalada de la actual administración estadounidense contra cualquier posibilidad de mejoría económica en La Habana o en Caracas no es secreto para nadie, dentro y fuera de la Isla.

Como nuevos piratas del Caribe, ha definido la prensa local a quienes persiguen con saña el traslado de combustible desde Venezuela. Ello, junto a la escandalosa práctica de «torcer brazos» a terceros, en busca de cómplices para su política de bloqueo, hicieron temer por la suerte de la Feria de La Habana en los meses más recientes. 

Pero Cuba dio muestras de estar bien entrenada en el arduo ejercicio de esquivar los golpes del asedio. No solo convocó al evento y se preparó para recibir a los interesados, sino que ha reforzado sus atractivos con el estreno del primer Pabellón para la ZEDM (Zona Especial de Desarrollo del Mariel), que Malmierca destaca como una de las principales novedades de esta cita.

Una nueva Cartera de Oportunidades, el Directorio Comercial de Cuba 2019 y un Foro de negocios para todos los interesados en la inversión, son otros incentivos a los que el ministro apunta.

Se le advierte entusiasmado en vísperas de la apertura de los pabellones. Durante el último año el MINCEX ha trabajado duro por cumplir con las directivas del Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, de estimular la inversión extranjera y diversificar y potenciar las exportaciones, como una de las prioridades de la economía nacional, en medio del más feroz asedio de Estados Unidos.

La XXXVII edición de FIHAV es el escenario para aquilatar los posibles avances.  Que se haya instalado con la entusiasta participación de socios comerciales importantes como España, Venezuela, Rusia, China, Alemania, Italia, México, Vietnam, entre otros, es el primer y más importante paso.