A más de 200 km/h en bicicleta
Hay noticias que te dejan con la boca abierta. A mí me ocurrió con esta que leí hace poco. Jean Claude Rude intentó batir el récord de velocidad en bicicleta, siguiendo a un Porsche 935. Pero cuando llegó a los 169 km/h pinchó la rueda delantera. Y aunque consiguió frenar la bicicleta sin accidentarse, no superó la marca. Entonces, ¿cuál es el récord de velocidad en bicicleta?
La investigación acrecentó mi asombro. Estamos hablando de alcanzar la velocidad máxima en llano, pedaleando, con la sola ayuda del cajón de aire que genere un automóvil por delante del pedalista. Resulta que el primer intento por registrar tal marca data de 1899, cuando el norteamericano Charles Murphy construyó una pista de madera entre los raíles de una línea de ferrocarril, para que el tren le sirviera de paraban. Fue él quien superó por primera vez los 100 km/h en bici, registrando 101.7 km/h. Tuvo que pasar mucho tiempo, más de sesenta años, para que un ciclista sobrepasara los 200 km/h. Lo logró José Meiffret, quien a la edad de 49 años y después de varios récords y un accidente en bicicleta a 130 km/h que casi le cuesta la vida, rodó en Alemania, en 1962, a 204.8 km/h. Su marca duró hasta 1985, cuando el estadounidense John Kennedy Howard, ciclista olímpico en 1968, 72 y 76 y ganador de los Juegos Panamericanos de Colombia (1971) alcanzó la increíble velocidad máxima de 245 km/h. ¡Esto parece imbatible! Pero no. Una década después, en 1995, el holandés Fred Rompelberg destroza la insólita marca. Al propio estilo de Howard, colgándose del auto para romper la inercia y luego soltarse para alcanzar la máxima velocidad pedaleando, Fed rodó detrás de un dragster a la insospechada velocidad de 268.8 km/h. Así, el récord del holandés cumplió este año quince primaveras y durará quien sabe hasta cuándo. Porque no solo hacen falta buenas piernas y buena bici para intentar una hazaña como esta, hace falta contar con un valor excepcional.