Mercedes vuelve a dominar el mundial de F1 con un resultado que pone a sus rivales bien lejos, una vez que ha ganado diecinueve GP de veintiún disputados este curso. La única escudería que pudo arrebatarle dos triunfos esta temporada fue Red Bull, con una victoria per cápita de sus pilotos Verstappen y Ricciardo. Rosberg celebra su título, mientras que Hamilton se lleva el mayor número de victorias con diez.

 

Si bien no ha sido una temporada complicada para la escudería alemana sí lo fue para sus volantes, quienes lucharon hasta el último GP para decidir quién se ponía la corona. El cierre del mundial en Abu Dhabi nos dio una buena lectura de la novelesca batalla entre el piloto británico y el alemán. Porque no se trata solo de ganar carreras, sobre todo cuando se cuenta con el mejor monoplaza, sino de gestionarlas cuando las cosas no son como uno quiere.

Así Lewis fue a la última batalla con muchas posibilidades de ganar la carrera y con un mínimo chance de ganar el mundial. Su parte fue hecha, sobrado, pero necesitaba que Nico acabara cuarto y eso era casi imposible. Digo casi imposible porque fue el propio Hamilton quien propició, ralentizando la carrera, que Rosberg se viera amenazado por el Red Bull de Verstappen y por el Ferrari de Vettel. Sin embargo, la sangre no llegó al río y el alemán se encasquetó la corona. Muchos catalogaron la acción de Hamilton maquiavélica, pero para mí fue un juego limpio y magistral.

Aunque fue Vettel el piloto del último día de competencias en Yas Marina, y en realidad se lo merece por su estrategia de poner súper blandos al final llevando la emoción a tope, para mí la clase la dio Hamilton con su mente fría, corazón caliente y manos de reloj suizo. Los problemas mecánicos, las sanciones por cambio de motor y el bajo rendimiento de su monoplaza cuando el de su compañero era un misil, no menguaron el brillo del moreno que se despidió con pole y victoria en el colofón de temporada.

Rosberg hizo la tarea como soldado desde el principio de temporada y terminó como contador de banco gestionando los puntos necesarios para ganar su mundial y lo logró. ¡Felicidades! Pero pienso que todavía le falta mucho para estar a la altura de Lewis.

Las palmas para Red Bull y sus pilotos, en especial para el niño maravillas, Verstappen, y una sonrisa esperanzadora para los de Maranello que se fueron sin victorias este curso, pero el podio de Vettel en Abu Dhabi le deja buen sabor de boca.

Esperamos una temporada 2017 donde las escuderías estén más parejas y donde el mundial se decida por el volante y no por problemas mecánicos. ¡Que así sea!

Mercedes is playing the leading role in the F1 world championship, with a result that has left its rivals far behind, since it has won 19 out of the 21 GP races carried out to date. Red Bull was the only motor-racing team that could take two wins away, by its racing drivers Verstappen and Ricciardo. Rosberg celebrates his triumph, while Hamilton has the highest number of wins: ten.

The season was not complex for the German racing team, but it was for its drivers. The end of the world championship shed light on the fabulous battle between both racing drivers. Rosberg fulfilled his mission as a soldier since the beginning of the season, managed the points he needed to win the world championship and he did it. Congratulations! But I think he still has a long way to go to be on a par with Lewis. We look forward to seeing a 2017 where racing teams are more even and the result of the world championship is decided by the steering wheel, instead of mechanical problems. So be it!