Sin embargo, su principal actualización está en la motorización. El nuevo V6 de 3.8 L de desplazamiento, doble árbol de levas en cabeza, 24 válvulas (4 por cilindro), inyección directa y sobrealimentado por dos turbocompresores incrementó la potencia en 50 CV para llegar a un empuje total de 600 CV a 6 830 rpm y un par motor máximo de 652 Nm a partir de 3 600 rpm. Transmite a las cuatro ruedas a través de una caja automática de seis velocidades. En una prueba realizada en el legendario trazado alemán de Nurburgring –conocido como el infierno verde– marcó un tiempo de 7:08.679, con una velocidad punta en la recta de 315 km/h.

En su interior destaca el aspecto deportivo, que se asentúa con los asientos –esta vez los delanteros son reclinables y fabricados de fibra de carbono– tapizados en alcántara roja y negra, un trabajo que se extiende sobre el salpicadero y el volante. Resaltan, además, el tacómetro con fondo rojo y otros detalles estéticos.

Los cambios en la suspensión denominada Blistein DampTronic –similar a la de carreras y con tres reglajes en flexibilidad (confort, normal y R) – inciden en el control electrónico de las válvulas de los amortiguadores de dureza variable, en la barra estabilizadora delantera y en los casquillos. El objetivo de estas modificaciones es que el bólido tenga mejor estabilidad en carreteras en mal estado, que ruede con mayor suavidad (con menor nivel de ruido) y que la estabilidad lineal sea mejor.

Nissan modificó los puntos de unión de los brazos en la suspensión delantera –para mejorar la posición de las ruedas en curvas con fuerte aceleración lateral–; también ha aumentado la inflexibilidad de los puntos de sujeción de las llantas a su cubo. La barra estabilizadora trasera, hueca y de 17.3 mm de grosor, ofrece mayor resistencia a la torsión, un factor que disminuye el balanceo de la carrocería. 

La propia casa nipona explicó esto al señalar que en autopistas es menos necesario hacer pequeñas correcciones con el volante para mantener la trayectoria deseada. La dirección tiene nuevos ajustes para que sea más suave en maniobras a baja velocidad. Por otra parte, los frenos también tienen cambios con el objetivo de mejorar su tacto, especialmente sobre asfalto mojado. 

Los neumáticos que lleva el Nissan GT-R 2014 son Dunlop ST Sport Maxx GT 600 DSST CTT, los que tienen unos flancos más firmes que le permiten reducir su deformación en curva. Los delanteros son de medidas 255/40 R20, mientras que los traseros son 285/35 R20.

Como habíamos comentado, los nuevos faros son de tipo LED tanto para las funciones de corto y largo alcance, además, incorporan alumbrado en curva. También son nuevas las luces traseras.

El Nissan GT-R vio la luz por primera vez en 2008 y su primera actualización fue en 2011. Sin embargo, aunque tardó tres años para su primer restyling la marca japonesa ha decidido actualizarlo en los últimos cuatro años. ¿Habrá una nueva versión en 2015? Soñemos que sí.