No son pocos los estudiosos de la culinaria como tradición y expresión nacional de cultura, que asumen a la llamada Nueva Cocina Francesa, con su antecedente mas lucido en Paul bacouse, como el estimulo decisivo para la génesis de una cocina híbrida, singular y elitista.

Permítase recrearse en sus sentidos y rebasar una elección de la carta cotidiana, para probar su suerte de avezado en el arte de la buena mesa, con una propuesta diferente, siempre distinguida. Combinaciones inusitadas de sabores, preeminencia de productos vírgenes, " las mejores especies, los mejores vinos o las mas selectas carnes ", son entre otros los atributos de esta suerte de exploración permanente que si bien no constituye en Cuba una especialidad de restauración con todas las de la ley, ya se inserta con buena acogida entre las propuestas a la carta de sitios de alto estándar.