Visiones de nuestra vecindad latinoamericana
A partir de un registro mínimo de la obra reciente de siete artistas mexicanos, se exploran aquí los factores que potencian los distintos modos de percibir, interpretar y reinterpretar del arte.
Cada gesto trae a colación un mundo, cada acción implica el deseo de otorgar un orden a la continua y compleja experiencia humana; cada pensamiento funciona como un recurso para especificar la percepción. Cada palabra –en la continua conversación que es cada vida– señala nuestras posibilidades para construir formas de ampliar nuestra libertad.
Las obras de este dossier reflexionan sobre los recursos del juego de lenguajes, recursos que moralizan la comprensión y favorecen una exégesis sobre la percepción como experiencia humana: los vínculos entre individuos y colectivos, relaciones entre la economía y la política de una sociedad, identificaciones personales, expectativas, deseos y promesas, un entramado en el que la cotidianidad se rompe, a partir de un proceso de desplazamiento físico y cultural que implica un cambio de mirada.
2501 Inmigrantes (Talismanes contra el desarraigo)
El artista mexicano Alejandro Santiago nació en Teococuilco, Oaxaca, pueblo que abandonó para radicar en la ciudad. Al regresar a su pueblo, después de 30 años, comprobó que faltaban 2 500 almas en la comunidad: más de la mitad de la población había emigrado a otras partes de México o a Estados Unidos. El fenómeno resulta cada vez más usual en la entidad, a la que afligen la pobreza y una acuciante escasez de empleos. Pueblos enteros emigran a donde haya trabajos, sueldos mayores, servicios públicos. Se quedan las mujeres, los viejos y los niños, a esperar las remesas de los inmigrantes. No pocas veces, lo que reciben son los cadáveres de sus familiares, la muerte de sus esperanzas.
Teococuilco sólo retuvo a algunos niños y a los viejos. Las altas casas construidas con las remesas que los inmigrantes envían, estaban vacías, las calles sin gente. La frontera es larga, son muchos años en los que México ha llevado las de perder en su relación con los Estados Unidos. Un país cuyas fuentes oficiales de información reconocen que el 40 por ciento de su población vive por debajo del índice de pobreza, se frota con uno de los poderes económicos y políticos más grandes del mundo, a lo largo de los 3 000 kilómetros de línea divisoria.
I. En un seminario realizado en 1992, Humberto Eco y Richard Rorty sostuvieron una grata polémica sobre criterios de interpretación textual. Eco planteaba la posibilidad de hallar límites que definan una comprensión adecuada, y consideraba que hay interpretaciones que usan el texto abusando de las posibilidades de sus elementos para producir significados. Richard Rorty subrayaba la idea de que cualquier lectura de un texto, una imagen o cualquier objeto, implica ya de por sí un uso por parte del observador, y que la interpretación es siempre contingente, histórica, que trae además a colación la emergencia de un observador y de la comunidad de la que forma parte.
Paul Waztlawick y Meter Krieg, en el libro El ojo del observador, compilaron una serie de estudios dedicados precisamente a explorar los mecanismos de la percepción y de la mirada implícita, su vínculo con la mente y con las condiciones contextuales, históricas y afectivas en que se lleva acabo. Esas condiciones influyen en la mirada, y además hacen posible la emergencia, en distintas maneras, del observador… De entender la interpretación como resultado de reglas de operación local se ha pasado a la noción de comprensión, asimilada como coherencia global de un sistema, lo que algunos investigadores llaman: sinergia, propiedades emergentes o dinámica de redes. Desde esta perspectiva podemos entender por qué la percepción ocurre, en una primera etapa, como un proceso de preparación individual, antes incluso de estar frente al objeto de la mirada; entonces la interpretación implica una compleja estrategia personal que tiene que ver con nuestro “deseo” antes que con los objetos o imágenes del mundo. Entonces la mirada transcurre como un proceso de descubrimiento de uno mismo, participando en una experiencia, una suerte de aparición o emergencia de una primera persona. Calificamos una interpretación como correcta cuando encontramos una conducta adecuada al contexto en el que observamos el objeto, y que nos permite mantener una coherencia con el medio en que nos encontramos.
Troya horse
El artista mexicano Marcos Ramírez (Erre) representa el caballo de la leyenda de Troya, adecuado a la realidad actual con referencias a la inmigración y a la globalización. El caballo de dos cabezas, realizado en madera natural, es la imagen del “encuentro”. Al presentarse también en la bienal de São Paulo-Valencia, ha querido simular el choque cultural entre Europa e Iberoamérica. Desde luego, en ambos sitios su uso e interpretación fue la adecuada, ya que Erre considera la pieza una metáfora de la invasión (según la función originaria del caballo de Troya), pero “en este caso, se trata de una invasión hacia los dos lados”.
II. Si la percepción en el arte ofrece un uso para los objetos que altera su condición de signos y que produce nuevas configuraciones sensibles; si inventa formas de mirar que permiten acceder no a lo que el mundo es sino a lo que se intuye, a lo que hace falta. Si la mirada descubre la imperfección que da origen a los discursos, si inventa formas de vivir la fortaleza de nuestro propio deseo construyendo un mundo con otros; entonces la tensión entre mirar-pensar-conocer puede ofrecer algunas posibilidades de comprender nuestra propia existencia.
Lágrimas negras
Betsabé Romero es una artista clave en el horizonte del arte contemporáneo tanto mexicano como internacional. Su reflexión crítica en esta obra sobre las implicaciones del objeto denominado llanta o neumático, es de largo alcance. Se trata de la dialéctica de la hierofanta, en la que un objeto sigue siendo el mismo y, sin embargo, es otro. En aras de su interés por la identidad, la emigración, el medio ambiente, la historia y sus constantes referencias a la cultura y al arte mexicanos, sus objetos ordinarios, son transformados en objetos extraordinarios, con lo cual se abren diálogos inesperados entre la tradición artesanal, la herencia decorativa y el arte contemporáneo dentro y fuera del país.
III. El conjunto de certezas y creencias que definen una comunidad constituyen su explicación sobre el mundo y la experiencia humana. La cultura científica, como todo sistema de creencias plantea sus propios criterios. Nuestro sistema de creencias, así como el fenómeno que llamamos conocimiento, depende de nuestra propia estructura como seres vivos y de la historia de nuestra especie, depende de las formas en que los seres humanos existimos y emprendemos cada acción. La historia de nuestra especie, por otra parte, corresponde a los procesos propios de nuestro planeta.
IV. A través de diversos vehículos como fotografía, video, instalación, entre otros, podemos hallar artistas cuyo trabajo propone una reflexión universal. Entre las ideas que emergen encontramos que los habitantes del planeta funcionan como un solo individuo. Por lo que la huella que los seres humanos han dejado en el planeta, específicamente por la construcción de su hábitat, aborda la construcción de ciudades y compleja planeación urbana que entiende los espacios públicos como lugares de convivencia.
Vellocino de oro Daniel Romero explora con nostalgia la visión lúdica de la infancia en alusión a la visión crítica del niño-testigo de un mundo cruel y amoroso. Haciendo referencia a mitos clásicos, como el Vellocino de oro (versus sueño americano), propone una reflexión presente de la relación de los pueblos latinoamericanos con los Estados Unidos en el denominado American Dream.
STEPPING STONE David Garza construye y reconstruye la condición humana a partir de escenarios naturales. Elefantes equilibrados sobre esferas que nos hacen pensar en un mundo cuya carga no sólo es el peso de la historia si no la responsabilidad del hombre en su entorno. El equilibrio, tanto interno como externo, es otro de los temas que se liga a esta reflexión sobre una conciencia personal y colectiva de la experiencia de habitar este lugar, la conciencia de nuestra responsabilidad en la generación de sus emociones, así como tener la connotación ética de nuestras acciones como especie.
Bienvenido a Nueva América La obra del artista del norte de México Rubén Gutiérrez es una máquina autónoma que exfolia este camino común del espectáculo, con la conciencia irónica, tal vez pesimista, de que ni la revolución ni el arte han ofrecido respuesta o acción contundente con respecto a la alienación omnipresente de la sociedad capitalista. Sin embargo, en su práctica artística Rubén denuncia y nos muestra aquella imperceptible separación constituyente de la inactividad contemplativa que nos sumerge bajo nuestras autorrepresentaciones.
V. La existencia de una microcomunidad autónoma –un bloque de países latinoamericanos– hacia el interior de un espacio, una ocupación territorial, apropiadas ilegalmente por grupos de familias que comparten tierras suburbanas cuyo tema común es, por ejemplo, el fútbol. Esta situación demanda una actualización automática del espectáculo en el terreno de la actividad social.
Como seres humanos, sólo tenemos el mundo que somos capaces de construir con otros. Cualquier acto que coarta la aceptación del otro, como la discriminación o la certeza de poseer la verdad, limita el fenómeno social y humano, destruye las posibilidades de construir un mundo en el que la experiencia de la libertad sea posible. Si el mundo en que vivimos es construido por otros, entonces es posible –como Richard Rorty propone– mantener la utopía de la solidaridad mediante la capacidad de ver a extraños como compañeros.