Cumpliendo con las normativas anticontaminantes los fabricantes de vehículos han desarrollado un sistema que permite disminuir las emisiones de gases de escape, reducir el consumo de combustible y al mismo tiempo el ruido de los motores, el conocido Sistema de Arranque y Parada automáticos del motor (también conocido como Star-Stop)

Atendiendo a su sencillez y sus resultados está cada día más difundido y es común que forme parte de los elementos de serie de las diferentes marcas de automóviles, aunque también se encuentra su aplicación en ciclomotores y camiones. Se basa en detener el funcionamiento del motor, siempre que el vehículo quede inmovilizado, como en semáforos, atascos, etc. y permitir su puesta en marcha, de forma inmediata, cuando sea necesario. Visto así parece muy sencillo, pero en realidad la Unidad de Control del Motor deberá tomar en cuenta muchas informaciones antes de la decisión de parada o arranque. Ante todo el conductor tendrá una tecla de mando en el panel de instrumentos para seleccionar si desea o no activar el sistema. Activado, el motor de su vehículo se parará automáticamente ante un semáforo siempre que se cumplan simultáneamente las siguientes condiciones: palanca de cambio en neutro, pie retirado del embrague y del acelerador. A los efectos de mantener la seguridad y el confort, deben cumplirse otras condiciones como: el motor debe haber alcanzado su temperatura de servicio, buen estado de carga de la batería, temperatura del habitáculo entre los rangos previstos. Otras condiciones son que el parabrisas no esté empañado, que el capó del motor se encuentre cerrado, así como la puerta del conductor cerrada y cinturón de seguridad abrochado. Aunque las condiciones básicas para reiniciarse el arranque automático serían pisar el pedal de embrague o del acelerador, este arranque también ocurrirá si el sistema detecta que ya no se cumplen algunas de las condiciones mencionadas con anterioridad (por ejemplo si detecta batería baja, se pondrá en marcha el motor). La puesta en marcha ocurrirá también si el vehículo comienza una rodadura libre (a una velocidad mayor de 8 Km/h), o si la depresión del sistema de frenos disminuye por debajo de determinado valor. Si el vehículo se está moviendo de forma continua a velocidades bajas, como es el caso de embotellamientos, el sistema se limita a 3 paradas y cada parada no debe superar los 3 minutos, previendo que caiga mucho la presión de combustible. En conducción urbana se pueden alcanzar ahorros del consumo de combustible y disminución de emisiones de hasta un 4 % para los autos y un 8 % para vehículos industriales, aunque en casos de congestión de tráfico, se plantean ahorros de hasta un 15 %. Sin dudas, este novedoso sistema, está llamado a colocarse de serie en todos los vehículos, en los próximos años contribuyendo a ahorrar combustible y disminuir la contaminación del medio ambiente.