Este mundo tan rápido de hoy tiene cosas increíbles y a menudo vemos productos de factura inverosímil. Los camiones no han sido la excepción, hemos conocido casos de modelos muy bonitos y todo un fracaso ante al trabajo que deben cumplir. Volkswagen tiene una precisa definición para su serie de camiones pesados: Worker. Ellos, aunque atractivos, están hechos para funcionar y aguantar el trabajo duro. Veamos su modelo 17-220.

La versatilidad es una de los principales atractivos que llaman la atención de los operadores de vehículos comerciales, por razones lógicas. Luego es imperioso asegurarse de obtener un vehículo con la capacidad de cubrir las necesidades del negocio y, además, hacerlo con la mejor calidad y a los menores costos posibles. Conjugar todo lo anterior es el desafío que deben enfrentar los fabricantes. Volkswagen lo intenta en su serie de camiones Worker, dirigidos a funcionar en el rango de 8 a 31 toneladas. Estos camiones son ya conocidos en casi todo el mundo y Volkswagen tiene 17 variantes de modelos en esta serie. Se han vendido en tres continentes y más de treinta países, con un marcado crecimiento en Latinoamérica gracias al sólido trabajo de la planta Volkswagen Vehículos Comerciales de Brasil. La denominación del modelo, 17-220, se desglosa en el número del modelo para la primera cifra y el rango de potencia del motor (en CV) para la segunda. Está concebido para brindar la posibilidad de configurar diversos vehículos sobre su chasis reforzado de unos 6,50 metros de largo y 2,50 metros, lo cual permitiría obtener un vehículo con una longitud máxima de 8,50 metros. El 17-220 puede ser empleado como transporte de mercancía seca o refrigerada, o puede optarse por la versión Tractor si las necesidades son de arrastre. Para reducir los costos de una flota de vehículos es elemental partir de un buen producto, y es el caso de Volkswagen, pues ello se traducirá en mayor calidad inicial de los equipos y mayores plazos entre mantenimientos (con menos elementos a atender) lo cual se traduce de inmediato en menos gastos en elementos y partes y mayor tiempo real de producción “en la calle” del camión. Por ello el motor Cummins es una garantía, pues no solo ofrece generosa potencia, sino que su tecnología garantiza la prolongada explotación a costos mínimos. Para simplificar la idea: si usted conduce un automóvil de precio medio deberá reponer el set de distribución cada 90 000 kilómetros, en cambio un Mercedes jamás necesitará de ese cuidado. Ese concepto se aplica en cada sistema y parte del vehículo. Por lo demás el 17-220 lleva todos los detalles propios de un producto Volkswagen, con la amplia cabina frontal liderando unas condiciones de trabajo envidiables para la tripulación, con asientos de suspensión neumática, ergonomía de primera, y magnífica visibilidad.