Vuelo de Audaces
El primer vuelo internacional de América fue de Estados Unidos a Cuba. El 17 de mayo de 1913, el cubano Domingo Rosillo voló en su monoplano de Cayo Hueso a La Habana e impuso récord mundial en distancia recorrida sobre el mar en avión, así como de altitud. Fue uno de los grandes acontecimientos de la aeronáutica, que nacía con el siglo XX. Agustín Parla voló, dos días después, de Cayo Hueso a Mariel.
Los hermanos Wright echaron a andar la historia de la aviación en América con aquella famosa hazaña de Orville pilotando su incipiente aeronave Flyer, el 17 de diciembre de 1903, en la localidad de Kitty Hawk, Estados Unidos. La noticia le dio la vuelta al mundo y surgieron nuevos aviadores en busca de aventuras. De Latinoamérica, el más famoso fue el brasileño Alberto Santos Dumont, a quien muchos consideran el verdadero inventor del avión, y el peruano Jorge Chávez Dartnell, primero en volar sobre los Alpes, de Suiza a Italia (que le costó la vida), en 1910.
El primer vuelo internacional sobre el mar, lo realizó el francés Louis Blériot al cruzar el canal de la Mancha entre Calais (Francia) y Dover (Inglaterra), el 25 de julio de 1909 y así ganó el premio de 1 000 libras que entregaban al héroe que lo lograra. En Estados Unidos la “fiebre” de los vuelos en avión estaba en plena efervescencia. Al suroeste de EE.UU, ya se ofrecía un premio de 10 000 USD a quien cruzara el estrecho de la Florida, entre Estados Unidos y Cuba.
Dos aviadores cubanos se prepararon: Domingo Rosillo y Agustín Parla. Saldrán desde Cayo Hueso con destino a La Habana. La prensa califica este viaje como “El Vuelo de los Audaces”. El pueblo de ambas orillas está expectante.
La Hazaña
Corre el mes de mayo de 1913, cuando ambos pilotos ajustan sus aeronaves en Cayo Hueso: Rosillo un monoplano Morane-Saulnier, Parla un anfibio de doble ala. Mientras el avión de Parla presenta algunas dificultades, el de Rosillo está listo y parte el día 17 rumbo a La Habana, lo separan 145 km de la capital de Cuba. Su aeroplano, de solo 500 kg y con la cabina abierta, se estremece al ritmo del “vals sobre las olas” en el estrecho de la Florida, lo cual le aconseja tomar altura.
No lleva ningún tipo de protección en caso de caer al agua y como único sistema de navegación, cuenta con una brújula. Sin embargo, el valiente Rosillo (que ha cumplido 34 años de edad) no se amilana; con el bastón entre sus manos sigue adelante sin dejar de consultar su brújula, atento siempre al funcionamiento del motor de su monoplano. Así transcurren las dos horas y ocho minutos de viaje para ver al fin, desde el aire, a la conocida fortaleza del Morro, que lo saluda con un cañonazo.
La proeza de Rosillo fue festejada en La Habana con gran regocijo, una multitud llena de entusiasmo lo recibió en tierra, se celebraron festejos en su honor y se convirtió en un personaje ilustre de la aviación mundial en general y americana en particular.
Dos días más tarde, el 19 de mayo de 1913, toma altura el hidroplano de Parla en Cayo Hueso con rumbo a La Habana. Fuertes vientos del este lo sacan de su ruta y aunque cruza el estrecho de la Florida, termina por amarizar en la bahía de Mariel, a unos 40 km al oeste de La Habana. Poco tiempo después, realizó el viaje
Mariel-La Habana para adjudicarse el récord nacional de vuelo de mayor extensión en Cuba, en ese momento.
Trascendencia
Las hazañas de Rosillo y Parla fueron un punto de despegue para la aeronáutica en América. Rosillo, quien antes de subir a su avión recibió algunas cartas de manos del Alcalde de Cayo Hueso y guardó en un bolsillo de su chaqueta de piloto, es considerado el primer correo aéreo postal entre ambos países. Unos años después, Juan Terry Trippe recibió el encargo del Gobierno americano, de establecer un servicio aeropostal regular entre Estados Unidos y Cuba.
Al correr de los años
Domingo Rosillo volvió a España en 1916, donde se convirtió en instructor de vuelo y más tarde en decano de la Escuela de Aviación en Barcelona. En 1937, regresó a Cuba y recibió todo tipo de honores y condecoraciones. En noviembre de 1957, a los 79 años de edad, falleció en La Habana.
Agustín Parla creó el 5 de julio de 1913, el Cuerpo de Aviación del Ejército de Cuba. En 1919 inauguró el primer vuelo comercial y fue el primer director de la Compañía Aérea Cubana. El 7 de mayo de 1920 sobrevoló La Habana de noche. En 1936 es nombrado Inspector General de Aeropuertos. Falleció en La Habana, a los 59 años, el 31 de julio de 1946.
Domingo Rosillo del Toro
Cubano de origen español, nació al norte de África (Argelia) en 1878 y emigró a La Habana muy joven, donde se naturalizó. Estudió en la Escuela de Aeronáutica de París, Francia, y se graduó de aviador el 22 de octubre de 1912.
Fue el primer cubano en obtener la licencia de piloto, expedida por la Federación Aeronáutica Internacional. Ya en Cuba, se le otorgó el
grado de capitán de las
Fuerzas Armadas.
Agustín Parla Orduña
Cubano de origen estadounidense, nació el 11 de octubre de 1887 en Cayo Hueso. Hijo de patriotas cubanos colaboradores de José Martí, al terminar la dominación española se trasladó a Cuba y se nacionalizó. En enero de 1912 vuela por primera vez como acompañante del piloto norteamericano Charles Walshen, quien lo anima a estudiar la carrera de piloto. Estudia aviación en la CurtissSchool de Miami y se titula el 20 de abril de 1912. Fue el primero en volar un avión en Cuba.