Atenas al rescate de una tradición
Grecia, poseedora de una cultura que tuvo una esencial influencia en el desarrollo de las civilizaciones de occidente, se ha propuesto este año rescatar el espíritu de una tradición que data de milenios. La cuna de los juegos deportivos realizados en la antigüedad a la sombra del Monte Olimpo, que abrían un período de tregua en los conflictos bélicos para dar paso a las pruebas de habilidades físicas, vuelve a recibir a deportistas de todo el mundo en una nueva edición de las competencias que desde 1896 pretenden materializar los llamados ideales del olimpismo.
Situada al sureste de Europa, Grecia ocupa la parte más meridional de la península de los Balcanes y comprende numerosas islas, una quinta parte de ellas en los mares Egeo y Jónico. El Monte Olimpo es la máxima elevación del país. En la antigua mitología griega se tenía la convicción de que este era el hogar de los dioses; además, de su nombre se derivó el de una de las principales actividades deportivas de la antigüedad: los Juegos Olímpicos. Actualmente una gran cantidad de museos, monumentos, muestras arqueológicas, entre otras expresiones culturales, mantienen vivo el tesoro que Grecia aportó a las civilizaciones modernas.
Atenas, sede de los Juegos Olímpicos 2004 Atenas, ciudad del sureste de Grecia, es capital y urbe más industrializada e importante del país; hoy domina la vida económica, cultural y política del país. El Pireo, su puerto, es el mayor y principal de la nación. Posee, además, una rica historia que se remonta al siglo IX A.C.
Aunque la mayor parte de la ciudad es posterior al siglo XIX, se conservan importantes obras de la Antigüedad. Su principal y más famoso monumento emblemático es la Acrópolis, una colina donde se levantan los restos del Partenón, –templo dórico períptero, dedicado a la diosa Atenea Parthenos, que fue construido entre los años 447 y 432 A.C.–. En 1987 la Acrópolis fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En 1997, el Comité Olímpico Internacional eligió a esta ciudad, que ya había acogido en 1896 los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, como sede de los que se celebrarían en el año 2004. La organización del magno evento mundial se ha realizado en estrecha cooperación entre el Comité Olímpico Internacional (COI) y el gobierno griego. La ciudad sede ha tenido que ocuparse, además, de los preparativos en las instalaciones deportivas, la Villa Olímpica, el hospedaje de los atletas y de las personas que les acompañan.
Estos serán los primeros Juegos Olímpicos después de los atentados del 11 de septiembre, y Grecia ha invertido más de mil millones de dólares solo en lo correspondiente a garantizar la seguridad. Por otra parte, el costo general que conlleva esta empresa es enorme, pero los griegos admiten que el hecho de celebrar los Juegos de nuevo en Atenas, tiene gran relevancia histórica, por cuanto es un honor para la ciudad sede y una buena ocasión para mostrarse al mundo.
En la actualidad, dada la coyuntura mundial que vive la humanidad, existe la esperanza de que en Atenas se rescate el espíritu de aquellas primeras citas estivales que tuvieron lugar en Grecia, alejadas del elemento comercial y que tendían a estrechar lazos de amistad entre los pueblos. Las autoridades han expresado su esperanza de que estos Juegos Olímpicos sean diferentes a los anteriores, aunque quizás no tan espectaculares como los que preparan las ciudades ricas. Incluso, se ha enfatizado la necesidad de combatir lo más posible la tendencia mercantilista y rescatar los ideales de aquellos que tuvieron lugar en 1896.
Con esa finalidad, se han organizado también una serie de manifestaciones culturales que servirán para resaltar lo mejor de la cultura del hermoso y legendario país, cuna de la llamada civilización occidental. Hay otra iniciativa relacionada con el hecho de poder establecer una tregua olímpica en cada lugar del planeta donde existen conflictos armados en estos momentos. A juicio de algunos analistas internacionales, eso puede sonar un poco romántico, pero no deja de ser un buen intento.
Es interesante destacar que dada la magnitud del evento y para tal ocasión, el país se ha visto obligado a suplir la escasez de hoteles con la ampliación de las oportunidades para el anclaje de cruceros en las proximidades de la ciudad. Se trata de una solución práctica que muchos países pudieran adoptar.