De púgil a artífice de la fotografía
Sus sueños de ser campeón mundial de boxeo profesional los cambió por la pasión hacia la fotografía periodística, y a tal punto llegó su perseverancia y maestría que hoy Luis Toca Camejo muestra en sus archivos una parte sustancial de la historia del movimiento deportivo cubano.
Quizá hubiera llegado a ser un púgil protagonista de grandes titulares y objeto de largos artículos sobre la manera de expresarse en el ring, pero celebró su última pelea como profesional el 30 de diciembre de 1961. Poco después el gobierno cubano erradicó el deporte rentado en el país. El ahora reconocido artista de la cámara, había estudiado para laboratorista clínico y sus primeros pasos, al abandonar la actividad deportiva, los dio en esa carrera, aunque un incidente que le provocó náuseas lo inclinó a optar por el revelado de fotografías. Sus maestros, Jesús Rocamora, Rogelio Moré, José Agraz y Osvaldo Salas, cubrieron páginas de gloria en la disciplina y transmitieron al aventajado alumno toda la sabiduría y experiencia que hoy comparte Luis Toca con sus compañeros.
Fundador del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), en febrero de 1962, Toca labora en la actualidad en la nonagenaria revista cubana Bohemia, para la cual ha realizado coberturas que incluyen Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos, Olímpicos, campeonatos mundiales y de la más diversa índole. Su currículo también refleja riesgosas experiencias como corresponsal de guerra en Angola y la República Árabe Saharaui Democrática, donde obtuvo relevantes testimonios fotográficos. Junto con lacerantes recuerdos guarda para sí las instantáneas que más profundamente lo han marcado en su carrera, en especial aquellas que le permitieron apreciar de cerca los horrores de la guerra.
Son más de 40 años entre lentes, sustancias químicas y otros útiles de la instantánea, y como resultado, el actual jefe del Departamento de Fotografía ha sido testigo de los acontecimientos deportivos cubanos de mayor relieve, porque en la mayoría de ellos, dígase una final del campeonato de béisbol o de boxeo, ha estado presente la cámara de Toca.
De ahí que sea imprescindible su participación a la hora de un recuento del movimiento deportivo cubano, desde sus orígenes y hasta los días actuales, en tanto ha captado con sus equipos la trayectoria de figuras tan representativas como el púgil Teófilo Stevenson, tricampeón mundial y olímpico, o de otras como el lanzador de béisbol Rogelio García, uno de los mejores en la palestra nacional.
Siendo su pasión el boxeo, Toca también disfruta de otras disciplinas deportivas, de las que ha tomado gráficas que son verdaderas obras maestras, sobre todo en sepia o blanco y negro. “El verdadero artista de la fotografía se manifiesta en blanco y negro, afirma. Allí es donde luz, movimiento, claroscuros, tonalidades y otros elementos deben saber combinarse junto a la técnica. En colores todo es más fácil”, puntualiza. En todo caso, Toca pone a disposición de los lectores su más reciente exposición: Clásicos del Béisbol, una colección que ha recibido gran aceptación del público cubano y extranjero, y donde pone a prueba su dominio de la antigua técnica a lo largo de la mayoría de las obras que componen la muestra.