Jungheinrich EKX 410
La nueva carretilla recogepedidos del fabricante Jungheinrich no sólo mantiene las prestaciones de sus predecesores, pues esta vez incorpora otras que sacan hasta del más escéptico una expresión de asombro.
Sin dudas, la humanidad progresó a través de la historia, entre otras cosas, gracias al trabajo. Fuente de riquezas, ese afán humano por lograr mejores condiciones en su labor diaria han impulsado a las más asombrosas empresas conocidas hasta el momento. Quizá es por eso que uno de los mayores fabricantes de montacargas a nivel mundial, Jungheinrich, no cese en su empeño de crear productos que ante todo, generen eficiencia. Así, la nueva EKX 410 de la serie Kombi, con tecnología de corriente trifásica de 48 voltios, una capacidad de carga de 1000 kg y alturas de elevación de hasta 7750 mm proporciona el máximo rendimiento en los almacenes con pasillos estrechos. La posibilidad de apilar o desapilar palets enteros, por un lado, y de preparar pedidos recogiendo artículos sueltos de la estantería, por el otro, aumenta tanto la flexibilidad como la rentabilidad de esta máquina. El conductor se beneficia en todo momento de la amplia gama de sus prestaciones: un diseño ergonómico y generoso de la cabina ofrece un puesto de trabajo óptimo. Los contornos claros, las grandes bandejas portaobjetos, así como la posibilidad de elegir entre el manejo de la máquina en posición sentada o de pie contribuyen a que el trabajo no sólo se lleve a cabo con mayor rapidez sino también con más comodidad y confort. El corazón del sistema de mando es la consola de mandos regulable en altura e inclinación. Con su gran variedad de prestaciones innovadoras define el estándar más avanzado de la ergonomía de sistemas. Es por eso que la transmisión de informaciones mediante display gráfico, de fácil lectura, permite consultar con rapidez importantes datos operativos representados en forma de pictogramas. Las operaciones de marcha e hidráulicas se ejecutan y regulan con un movimiento del pulgar. El sistema de mando a dos manos garantiza el máximo grado de seguridad y de confort de manejo. Los sensores incorporados registran el contacto ejercido por el conductor y transmiten esta información al ordenador de a bordo donde de forma inmediata se realizan todas las comprobaciones relevantes para la seguridad. La intensidad necesaria del contacto se puede preajustar en fábrica adaptándola a las exigencias del cliente. Retomando el tema de la tecnología trifásica de 48 voltios, la EKX 410 se caracteriza por el empleo consecuente de la misma, tanto en el grupo de tracción como en los motores hidráulicos y de dirección. Las ventajas son evidentes, pues permite un aprovechamiento óptimo de la energía gracias a un grado de rendimiento especialmente favorable, garantiza movimientos dinámicos y aumenta la rentabilidad. Si modelos de esta gama se llevaron nuestra admiración en su momento, como la EKS 110, este todavía no para de asombrarnos, ¿usted no cree?