Símbolo de un gran salto cualitativo dentro de su segmento, arriba al mercado el Hyundai i10, segundo miembro de la saga “ i ”, nomenclatura que seguirán de ahora en adelante los modelos de la marca surcoreana.

Dueño de una estética familiar que evoca el diseño frontal del i30, con faros carenados, este nuevo prototipo de Hyundai gana en rigidez y espacio interior, gracias a que utiliza aceros de última generación, a lo que se suman los avanzados sistemas de sellado y soldadura empleados para su fabricación. Así, su maletero cubica 220 litros de capacidad, volumen que se puede ampliar, como se conoce, al abatir el asiento trasero.

El Hyundai i10 puede venir con tres motorizaciones, dos de ellas de gasolina, además de la diesel CRDi. La gama comienza con un económico tetra cilíndrico de gasolina, cuya capacidad es de 1.1 litros. Con este motor desarrolla 66 CV a 5 500 rpm, con un par de 99 Nm a 2 800 rpm; en tanto el motor 1.2, con cuatro válvulas por cilindro, alcanza los 75 CV a 6 000 rpm con un par máximo de 115 Nm a 4 000 rpm. Para ambos, la caja de cambios es de cinco velocidades, aunque se puede contar opcionalmente con una automática.

Pero novedad más importante en este modelo, de atractiva silueta, es la aparición de un propulsor diesel. Y entre los aspectos a destacar es la dirección eléctrica, lo cual simplifica sobremanera la conducción urbana.

Según la compañía asiática, que junto a su filial Kia constituye el sexto mayor fabricante de automóviles del mundo por volumen de ventas, los precios del i10 saldrán de los 10 700 euros del Confort para llegar a los 12 700 del Style, que es el más sofisticado.