Su natal Santiago de Cuba lo vio vestir de amarillo al terminar la segunda etapa, pero no fue hasta más avanzada la carrera, en las alturas de Topes de Collantes, cuando el número 1 del equipo nacional pedaleó con todas sus fuerzas para vencer en inolvidable duelo al formidable trepador venezolano Manuel “El Gato” Medina y adueñarse definitivamente de la ambicionada posición de líder absoluto del giro. Medina, ganador de los dos primeros tramos de montaña en la Loma de la Farola, y corredor sin desmayo en terreno plano, se perfiló siempre como el más peligroso rival para Alcolea. En esa riesgosa etapa inicial de esforzado ascenso y pronunciada bajada llena de curvas, a la que se adicionó una pertinaz lluvia que hace más dramática la tarea, allí, en esas adversas condiciones, “El Gato” clavó sus uñas y enseñó desde el principio sus aspiraciones de convertirse en uno de los reyes de la competencia. Sin embargo, el triunfo parcial en Guantánamo no fue para Alcolea o Medina, no, un rapidísimo canadiense del Planet Energy, Keven Lacombe, salía como un rayo del pelotón para imponerse en la línea de meta y revelarse como la primera gran figura de la carrera. Comenzaba entonces también la batalla por equipos entre Cuba, Canadá, Venezuela, Méjico y el ISCF-PEUGEOT, seguidas por las escuadras provinciales de La Habana, Pinar del Río, Cienfuegos y Ciego de Ávila. Luego del impresionante récord del habanero Yunier Alonso, quien rebajó en más de 17 minutos el crono para la tercera jornada sobre 196 kilómetros Santiago de Cuba-Manzanillo (4:25,21), y el liderazgo individual mantenido más tarde por el local avileño Alien “El Pollo” García, la Vuelta no alteró sus clasificaciones hasta la contrarreloj individual Morón-Ciego de Ávila (35 km). Canadá hizo el uno-dos en esa parte A de la séptima etapa con Francois Parisien y Ryan Roth, al tiempo que Alcolea, tercero entre más de 100 pedalistas, ya soñaba con la gloria en Topes de Collantes y el título individual de la Vuelta. Parisien, puntero del giro ahora, no parecía ser un hombre hecho para la montaña, aunque nada mal le fue con su noveno lugar en la cima, resultado que le dio el subcampeonato del clásico. Cumplida la octava fecha en las montañas del Escambray, con Alcolea, Parisien y Medina en las tres primeras casillas de la general, el inmenso trazado plano por el centro y occidente del país no modificó sustancialmente ninguna de las clasificaciones. El equipo nacional de Cuba controló cada intento de ataque de los rivales, mientras que uno de sus integrantes, Yasmani Martínez, aseguraba la jerarquía en la sub-23 y Noslen Fúnes, de Cienfuegos, se llevaba el galardón de las metas volantes. Keven Lacombe (Planet Energy-CAN), ambicioso ganador de cuatro metas finales, se lanzó con todas sus energías en el Paseo del Prado capitalino con el propósito de establecer una nueva primacía para un extranjero en Vueltas a Cuba, pero debió conformarse con pasar segundo la última raya y proclamarse campeón de la regularidad. Arnold Alcolea, nuevo ídolo del ciclismo cubano de ruta, se convirtió en el monarca número 18 de la trascendental cita, cuyas máximas revelaciones anteriores fueron los también nacionales Eduardo Alonso, Pedro Pablo Pérez y el inolvidable Sergio “Pipián” Martínez. La próxima Vuelta a Cuba 2010 promete ser mucho más atractiva y emocionante si en su recorrido reaparece la enorme subida a la Gran Piedra y la contrarreloj se disputa en una de las jornadas finales, ya entrada la multicolor caravana en el occidente de la Isla.