Por lo pronto, el WTCC ya se despidió de Europa este 2008 y lo hizo en el célebre circuito de Monza, sacrosanto templo de la velocidad, donde Tarquini se impuso a pesar de ciertas penalizaciones que favorecieron al británico Andy Priaulx (BMW), cuya corona se tambalea peligrosamente. Al final resultó otro monólogo de SEAT, que aumentó su ventaja sobre BMW, pese a las sanciones contra Tarquini y el sueco Rickard Rydell (SEAT).

El italiano salió del séptimo lugar y descontó posiciones a un ritmo vertiginoso que arruinó las esperanzas del líder de la “pole”, Alessandro Zanardi, incapaz de defender su ventaja. Muller finalizó cuarto, sumando puntos cruciales para afianzarse en la cima y así desquitarse del fiasco del pasado año, cuando Priaulx le arrebató un título que parecía seguro.

Hasta ahora, solo Tarquini tiene posibilidades matemáticas de superarlo, pues el británico Robert Huff (Chevrolet) ya esta fuera de su alcance. Un breve balance muestra a un SEAT estrenando una regularidad total, tanto por el coche como por los pilotos; un Chevrolet poco competitivo y ya sin opciones, y un BMW urgido de análisis y replanteo de estrategias y algo más. Del resto vale destacar los buenos resultados del británico James Thompson, quien le está sacando el máximo al pésimo inicio de su Honda Accord, que le ha garantizado competir sin lastre y emular en velocidad con los punteros.

En otras noticias del WTCC, parece inminente la incorporación del Chevrolet Cruze al circuito, en respuesta a la llegada del nuevo SEAT Exeo como sustituto del actual y exitoso SEAT León. El Cruze -un sedán semejante al Chevy Lumina- sucederá al veterano Lacetti/Nubira, y será presentado en el próximo Autoshow de París.