La conocida fábrica Claudio Argüelles Camejo, tiene sus antecedentes en una idea original: construir ómnibus para el transporte público. Prácticamente desde el principio de la Revolución, en 1959, el recién estrenado Gobierno se ocupó de la recuperación y fabricación de medios de transporte. Esta tarea quedó en manos del nuevo Ministerio de Transportes, que la llevó a cabo hasta la década del 70.

Apenas cinco años después del triunfo de la Revolución, comenzó aquí un plan para producir ómnibus en Cuba, en un esfuerzo mancomunado con los obreros del taller de Ómnibus Menéndez. Y entre 1968 y 1969, el propio Comandante en Jefe Fidel Castro se ocupó personalmente de este trabajo y en reiteradas visitas a la fábrica, dio el impulso vital para la construcción de las primeras guaguas. De estos tiempos son los primeros ómnibus serranos, que empezaron a transitar por zonas montañosas y rurales del país. A aquel ómnibus se le llamó Mambí, en remembranza a aquellos aguerridos patriotas que desde los más intrincados campos cubanos, lucharon por la libertad de Cuba. Y fueron a la vez, la semilla de los modelos Girón, que todavía ruedan por ahí. Tras el reordenamiento industrial del país, a partir de los años 80, se crea la Empresa Productora de Ómnibus Claudio Argüelles Camejo, perteneciente a la rama automotriz del Ministerio de la Industria Sideromecánica. Luego de la caída del campo socialista y el comienzo en Cuba del período especial, la capacidad productiva de la fábrica se utilizó en diferentes direcciones. La más importante (1995) fue el ensamblado y construcción de bicicletas para la población, que perdió un gran por ciento de las ventajas del transporte público. La bicicleta se usó masivamente y el pilar principal de esa época, en la región occidental, fue la Claudio Argüelles Camejo. Hoy se le suman nuevas tareas: bicicletas eléctricas, mantenimiento y reparación de motocicletas, elementos para la construcción (carretillas, puertas, taquillas), así como ensamblaje y comercialización de electrodomésticos.