Lo esencial es invisible
Lo esencial, como inquiere desde su asteroide El Pequeño Príncipe, es que hemos cumplido nuestra primera década de Arte por Excelencias siendo útiles, aunque sea invisible a los ojos de algunos. Y ser útil ya se sabe que es mejor que ser príncipe, según la prédica martiana. Nos fuimos al Salón HB en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, en medio de las labores de la XIII Bienal, gracias a Collage Habana, el Fondo de Bienes Culturales y Galerías Génesis, a presentar la revista 45 en edición especial, con la obra en portada de Luis E. Camejo, símbolo hoy del porqué volverán tarde o temprano los cruceros norteamericanos a entrar frente al Morro de la capital cubana.
A esa hora, ya los mensajes desde la ciudad de Matanzas, Destino y no punto de paso, se hacían cotidianos, porque los más de sesenta artistas participantes en el proyecto Ríos intermitentes, presentado y curado por la doctora María Magdalena Campos-Pous, querían ver su bello Dosier en nuestras páginas, incluyendo los que, desde Nashville, laboraban de igual a igual en restablecer vasos comunicantes en nuestra Atenas de Cuba. La presentación allí de la revista el día de la clausura de la XIII Bienal fue a lleno total en el salón de actos de la Oficina del Conservador.
Otro lanzamiento muy esperado fue en la Ciudad Monumento, Bayamo, porque en el Centro de Comunicación Cultural Ventana Sur esperaban con ansias la llegada de los ejemplares, donde venía inserto el homenaje de los artistas de la provincia Granma al Bicentenario de Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria. Las obras de pintores deslumbrantes como Alexis Pantoja y Amaury Palacio Puebla presentaban el más bello soporte, entre artículos y comentarios de más de una decena de investigadores y periodistas de la localidad que rendían culto a quien todo sacrificó a la causa de la independencia patria.
La revista siguió su peregrinar con nuestro editor y periodista Jorge Fernández Era, que la llevó a Santa Clara en su conmemoración por los 330 años de fundada la ciudad; y antes fue de delegado a delegado en el Congreso Memoria Nuestra, en el aniversario 25 de las Romerías de Mayo; y de allí pasó a la Casa de la Guayabera tras el 505 de Sancti Spíritus; y a Viñales donde siempre la esperan con ansias máxime cuando ahorita se cumplen veinte años de la proclamación del Valle como Patrimonio de la Humanidad; y hasta Trinidad y Cienfuegos no paró, sea por una conmemoración o por la otra de doscientos, porque los amigos la reclaman como nunca antes.
Va de mano en mano, y vuela por www.excelenciaspressreader, para que simultáneamente la descarguen en su móvil desde cualquier parte del mundo. Después no me digan que no se los dije: llegamos a la edición 46, diez años después. Y con buena salud y mejor rostro. ¿Quién da más?
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