Un artista a medio camino del amanecer
Entre las mayores atracciones de la novena edición de FAE 19, el Festival de Artes Escénicas de Panamá, celebrado en marzo pasado bajo el liderazgo del eficiente gestor Roberto Enrique King, estuvo la participación de David Roussève al frente del muy diverso grupo de bailarines de la compañía Reality, con Halfway to Dawn, esplendente celebración de la leyenda del jazz que fue y sigue siendo Billy Strayhorn.
Strayhorn (1915-1967) fue un brillante músico, compositor, arreglista y principal socio de escritura de Duke Ellington, autor y coautor de temas fundamentales como A Train, Satin Doll y Lush Life, pero sigue siendo en buena medida desconocido. Al tratarse de un hombre negro y gay, salido de Harlem, eligió mantener su labor artística siempre en la trasescena, previniendo el rechazo social, y Ellington se llevó el crédito por todos sus méritos durante muchos años, y gran parte de los derechos. Y solo ahora, con iniciativas como esta, sale a la luz un genio de la música estadounidense.
Billy Strayhorn fue también un activista comprometido por los derechos civiles, que organizaba fiestas y espacios seguros para que los miembros de la comunidad LGBT se reunieran. Y este magnífico espectáculo, que articula la danza con el teatro físico de corte expresionista y el videoarte, se propone restituirle su gloria mientras hurga en las complejas verdades que lo movieron a mantenerse a la sombra. Gracias a la imagen mediada trae al presente hechos de su biografía, imágenes que nos retrotraen a los movimientos sociales de su época y proyectan al presente una serie de urgencias sociales no resueltas, en alternancia con una hermosa trama visual abstracta que nos insta a explorar en emociones, sueños y anhelos creativos del artista.
En el centro están los extraordinarios bailarines de Reality, quienes guiados por Roussève danzan la música de Strayhorn, e integran técnicas y estilos que van del jazz moderno al posmoderno y social, para que el artista esté con nosotros, a través de sus cuerpos y sus rotundas presencias. Con sus movimientos y gestos transitan de lo festivo en tonos altos a lo existencial y reflexivo, de corte a veces trágico, con la misma elocuencia. Cada uno de ellos, a partir de su visible singularidad y de su virtuosa ejecución danzaria, contribuye al propósito de transmitirnos las emociones de un hombre y un artista cuya vida estuvo signada por profundas contradicciones.
Estrenada en el Redcat de Los Ángeles en octubre de 2018, Halfway to Dawn participó en el Festival Next Wave de la Academia de Música de Brooklyn en diciembre. Y llegó a Panamá para conquistar definitivamente a sectores muy heterogéneos del público.
Roussève y la Compañía Reality hacen brillar a Bill Strayhorn en su hora favorita, «a medio camino del amanecer».