Escenario musical del Caribe
La forma por excelencia de expresarse culturalmente el cubano es a través de la música. Pero si de los habitantes de Santiago de Cuba se trata, diríamos que especialmente en ellos, se muestra esta característica en grado superlativo.
Santiago de Cuba, ciudad bañada por las cálidas aguas del mar Caribe, muestra un amplio y atractivo mosaico que se destaca en el marco de la cultura caribeña por su carácter multifacético. Llena de tradiciones musicales diversas está la cultura santiaguera. Cada barrio, calle y casa son escenarios de la práctica cotidiana y natural de manifestaciones musicales cuyo origen se remonta cientos de años atrás en la historia y cuya tradición ha pasado a través de varias generaciones de cubanos.
Santiago es la cuna de muchos géneros de la música, algunos de los cuales se han irradiado, a partir de las tradiciones locales de esta ciudad, hacia otras regiones y han pasado a engrosar y nutrir, en distintos momentos la cultura de todo el país.
Tanto la música folklórica y popular como la música de concierto tienen un extraordinario auge en la vida diurna y nocturna de la ciudad. A inicios del siglo XXI, como un ejemplo vivo de tradiciones legendarias, se mantiene la agrupación de tumba francesa La Caridad de Oriente, recientemente declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La calle Maceo, entre San Bartolomé y Carnicería, es testigo aún hoy día, de los toques ancestrales de las tumbas y de los cantos en creole, que acompañan bailes de figuras, de la misma forma en que eran realizados por esclavos de franceses desde el siglo XIX.
Los toques y cantos de la rumba cubana; la música de antecedente afrocubano vinculada a los cultos sincréticos de la santería y el palo; así como la perteneciente a las prácticas festivas de carácter religioso y laico de los haitianos y sus descendientes cubanos; cobran fuerza en la interpretación de grupos de pobladores que portan esta tradición, y en agrupaciones folklóricas como el Conjunto Folklórico Abolengo.
La conga, de gran fuerza en la cultura popular tradicional de esta ciudad, pervive también en la práctica musical de sus habitantes. No pueden pasarse por alto las famosas congas santiagueras, con sus toques de hierros y tambores y el uso de la legendaria trompeta china, cuyo timbre peculiar, caracteriza junto a las peculiaridades de su música, el estilo propio que las diferencia de las del resto del país.
Entre ellas se destacan algunas de fuertes y arraigadas tradiciones como La Conga de San Pedrito, el Cabildo Carabalí Olugo, el Cabildo Carabalí Isuama, la Comparsa Paso Franco y la Conga Los Hoyos. Estas agrupaciones están de fiesta en la época de carnaval, cuando salen por todas las calles de la ciudad y a ellas se suman arrollando todas las personas que así lo deseen. No obstante, muchos de estos grupos realizan presentaciones en su sede fuera de la época de carnaval.
El son vibra en la interpretación de sextetos y septetos que integran su repertorio con las mejores creaciones dentro de las tradiciones soneras, muchas ellas de merecida fama internacional. Entre los más importantes grupos de son se destacan el Septeto Turquino, Elíades Ochoa y el Cuarteto Patria, el septeto La Botija y el sexteto Guitarras y Trovadores. La canción y el bolero tradicionales, son cultivados por gran cantidad de trovadores quienes con una guitarra, un tres, o un cuatro en sus manos, pulsan el acompañamiento de antológicas y bellas melodías cubanas.
Tanto los grupos de son como los trovadores tienen presentaciones asiduas en la Casa de las Tradiciones, en el Tívoli; y en la Casa de la Trova, sita en la famosa calle Heredia, entre San Pedro y San Félix, donde se realizan descargas durante todo el día y la noche. Dentro de la música profesional de concierto existen numerosas agrupaciones de música cámara, corales y solistas (vocalistas e instrumentistas) que se presentan en el Museo Bacardí, las salas de concierto Esteban Salas, Dolores y la Sala de los Vitrales.
En la música de cámara se destacan valiosos exponentes como la Camerata Esteban Salas, el Dúo Clásico (violín y piano), el Cuarteto Santiago (cuerdas), el cuarteto de saxofones Quetzal, el quinteto de trombones Magic Cuartet, y el Quinteto de vientos.
El movimiento coral en Santiago también es muy amplio y diverso con agrupaciones como el Coro Madrigalista, el coro Música Áurea, y el famoso Orfeón Santiago, dirigido por el maestro Electo Silva. Sus repertorios están integrados por lo mejor y más selecto de la música coral cubana y universal, de todas las épocas y estilos. La calidad interpretativa de estos coros ha sido probada en numerosos escenarios internacionales.
La ciudad cuenta además con la Orquesta Sinfónica Juvenil del Conservatorio Esteban Salas y la Orquesta Sinfónica de Oriente. Esta última realiza conciertos con una regularidad semanal o quincenal en su sede, la Sala Dolores, situada en la calle Rabí, entre Princesa y Santa Rosa.
La cultura musical de Santiago puede ser apreciada en otros espacios como la Casa Museo Heredia, la sede de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba en esa ciudad, y el Museo Diego Velázquez, que poseen regularmente programaciones sumamente atractivas. La noche citadina se enriquece también con la actividad de centros nocturnos como la Casa de la Música y los cabarets Tropicana Santiago y San Pedro del Mar. En estos lugares se presenta en vivo lo mejor y más selecto de las agrupaciones de la música popular bailable de Santiago. Orquestas como Son 14, Los Karachi, XL y Suena Cubano brindan a los asistentes lo más moderno de la música salsa cubana. Por supuesto, en esta oferta no puede faltar la interpretación de la música caribeña moderna, de origen haitiano y jamaicano, como la soca y el reggae, en la interpretación de grupos como Oreguma Ensemble
Santiago de Cuba, es un escenario cultural extraordinario y fascinante, pues sin movernos de esta ciudad podemos viajar en el tiempo a través de su música. Una música que responde a tradiciones cubanas y caribeñas muy antiguas y que a la vez nos puede llevar a lo más moderno de nuestra época.