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La solidaridad humana es la expresión más acabada de la cultura. Nada es superior al sentido común, a la apropiación colectiva de los bienes y a la convivencia armónica con la naturaleza, ámbitos todos representados en las creaciones populares, y en las culturas tradicionales.

La hermandad, los sentimientos compartidos tales como la alegría y también el sufrimiento, el amor y la vida misma, constituyen el núcleo de las culturas de los pueblos y a la vez encierran sus misterios. 

Para nuestro país, y particularmente para Santiago, la más caribeña de las ciudades cubanas, cada edición de la Fiesta del Fuego representa un jalón a favor de los hombres y mujeres comunes de los pueblos del Caribe y una apuesta por la diversidad cultural de la región.

El Festival se confirma como un espacio donde tienen continuidad los procesos de formación de la identidad cubana y del Caribe.