El Depósito del Autómovil se encuentra ubicado en calle Oficios no. 13 e/ Callejón de Jústiz y Obrapia, La Habana Vieja.

Impuesta del especial atractivo que representa la presencia en Cuba de variedad de autos clásicos o antiguos rodando por calles y carreteras de la Isla, La Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana se empeña, desde principios de la década de los 80, en la tarea de rescatar estos vehículos. La mayor parte de ellos, con probados valores técnicos e históricos, fueron donados. Así, se ha ido conformando la colección que se exhibe hoy en el llamado Depósito del Automóvil del Museo de la Ciudad. Eduardo Mesejo, director del local, declara que los autos, en su conjunto, son expresión de valores en la historia universal del automóvil; valores técnicos o socio – culturales, pues pertenecieron a personalidades de nuestra cultura e historia, o son ejemplares únicos en Cuba .Muchos de ellos, como mínimo, poseen un 85% de originalidad.

La colección La integran 28 automóviles, 3 camiones, un vehículo todoterreno, un carro funeral, 7 motocicletas, 3 bombas de combustible, un semáforo, 2 remedos de mecánica automotor y un uniforme de policía. Todos estos objetos tienen una historia peculiar; fundamentalmente son de factura norteamericana, aunque hay ejemplares de Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, España y Argentina. Entre los automóviles destacan: Cadillac modelo E de 1905, el más antiguo de la colección, único en Cuba. Ford modelo T de 1918, ensamblado en la cadena de montaje móvil, puso al mundo sobre ruedas; fue seleccionado como el auto del milenio. FIAT modelo 525N de 1930: auto perteneciente a Flor Loynaz; en él paseó por nuestra ciudad el poeta español Federico García Lorca. MG modelo TD de 1953: auto que perteneció a Benny Moré y apareció en la portada de su exitoso LP “Pare, que llegó el bárbaro”. Cadillac V16 de 1930, posee el mayor motor que se utilizó para un automóvil diseñado en América. Chevrolet modelo Bel Air de 1960, ensamblado en Cuba por AMBAR MOTORS, fue utilizado por Ernesto Guevara. Mack International modelo AC de 1915, transportó mercancías por la ciudad durante más de 56 años.

Las caravanas Autos Clásicos es el evento diseñado por el Depósito del Automóvil como un espacio para que se desarrolle todo lo relacionado con el tema de los autos antiguos: La caravana de autos de época –explica Mesejo- es la parte más esperada. Se trata de un recorrido en grupo de autos considerados clásicos. Unas veces ha tenido lugar dentro de la propia Ciudad de La Habana; otras, desde la capital hacia la playa de Varadero y regreso. El paso de la caravana es un espectáculo que reviste especial interés, en particular para los turistas que nos visitan, quienes, con cámaras fotográficas en mano, se aprestan a capturar las imágenes para la historia, o a participar si reúnen los requerimientos para ello. Pueden presentarse coches de diferentes nacionalidades, desde los albores del automovilismo hasta 1960. Los parámetros de selección para participar, remiten a la originalidad, antigüedad y estado de conservación. El privilegio de disfrutar este desfile de vehículos de distintos modelos, estilos y marcas mundialmente reconocidas como la Ford, Chevrolet, Chrysler, Cadillac, Buick, Oldsmovile, Mercedes Benz, entre otras; de poder admirar sus motores, faroles, pizarra y exotismo en general de las distintas piezas que los conforman, constituyen para muchos una oportunidad única de apresar, en vivo, el perfil histórico-cultural de un pasado, en coches devenidos símbolos para estos tiempos modernos. Desde un Chevrolet, modelo Superior K del año 1925, conservado en estado original; o un Triumph 1959, modelo TR-3 A, de color oro verde, original en su totalidad, diseñado para correr en las carreras de Le Mans, en Francia, hasta un Ford 1930 de colores rojo, amarillo y negro, descapotable y ciento por ciento auténtico, o el Dodge 1936 de la Chrysler –todo de fábrica–, con su color verde esmaltado, del que se dice transportó, en la Habana, al famoso ganster Al Capone y sus guardaespaldas, entre los tantos que causan asombro por sus estados de conservación y estilos particulares, estos vehículos guardan especial interés, tanto en las ya citadas caravanas, como en su rodar habitual por calles y ciudades de Cuba, en singular contraste con los autos modernos y sofisticados de hoy.

Muchos de los autos participantes en estos eventos pertenecen a GRANCAR, agencia capitalina que tiene como misión social prestarle servicio de transporte de autos antiguos al turismo internacional. Otros, son propiedad de sus dueños quienes, orgullosos, se afanan por mantener sus autos en condiciones óptimas, muchas veces sin los imprescindibles recursos materiales para ello, lo que confirma la voluntad, capacidad de innovación e inteligencia de los cubanos.