Jardines del Rey constituye la oportunidad que añoran muchos de sentirse plenamente libres y disfrutar de un encantador contacto con la belleza natural de sus playas de finas arenas blancas.
La observación de numerosas especies de aves y la variada flora local colma con creces el interés de los visitantes.

Ciego de Ávila, valiosa fuente de atractivos turísticos. Situada a 461 km. al este de La Habana se halla Ciego de Ávila, hoy una de las provincias más importantes de Cuba, que ha alcanzado renombre internacional gracias a sus múltiples atractivos en el ámbito del turismo, entre los que descuella la cayería norte del archipiélago de Sabana Camaguey ( Jardines del Rey), integrado por los cayos Coco y Guillermo -los dos más conocidos y de mayor desarrollo turístico- además de los de Paredón Grande, Romano, Media Luna, entre otros.

Fuera de los cayos, los visitantes pueden conocer Ciego de Ávila, capital de la provincia del mismo nombre, donde podrán admirar, además de la alegría típica de sus pobladores, su potencial urbano; asimismo tendrán la oportunidad de conocer interesantes elementos de la cultura, historia y tradiciones cubanas, como la de la producción azucarera.

Otros muchos atractivos son dignos de admiración en esta provincia, entre ellos la belleza natural del municipio de Florencia, zona de montañas, historia y tradiciones campesinas, l y la Laguna de la Leche, el mayor embalse natural de agua dulce del país, nombrado así por la coloración blanca que producen el yeso y caliza de sus fondos.

Pero, en realidad, lo que da el toque mágico a la región es concretamente el destino turístico de Jardines del Rey, verdadero paraíso donde la alianza entre naturaleza y creación humana han alcanzado dimensiones extraordinarias.

Jardines del Rey Ha transcurrido ya algo más de una década desde que los primeros turistas pisaron tierra en los Jardines del Rey. Hasta ese momento solo unos pocos habían tenido el privilegio de conocer este paraíso, devenido en poco tiempo uno de los principales destinos turísticos cubanos. Entre ellos figura el escritor estadounidense Ernest Hemingway, Premio Nóbel de Literatura, que patrulló la zona en su yate durante la II Guerra Mundial para detectar submarinos alemanes.

Jardines del Rey constituye la oportunidad que añoran muchos de sentirse plenamente libres y acercarse a la naturaleza. Aunque difícil es disputarle a las numerosas playas de los cayos Coco, Guillermo, Romano, Paredón Grande y algunos otros islotes que conforman el archipiélago la condición de mayor atractivo para el millón de personas de todas las latitudes que han visitado estas regiones en los últimos 12 años, no son estos los únicos detalles admirables en la fisonomía de la zona.

El hecho de mantenerse por tantos años aislada de la civilización y la aplicación de acertadas políticas proteccionistas, ha permitido que gran parte de la naturaleza de los Jardines posea aún la suficiente belleza y virginidad para ser considerada el vergel de su majestad.

Hasta el pasado año, cuando fue inaugurado en Cayo Coco un moderno aeropuerto, el principal acceso a la región era un pedraplén o autovía sobre el mar. La carretera, tendida sobre una estela de piedras de 17 kilómetros de extensión que atraviesan la Bahía de Perros hasta la cayería, a pesar de hacer el viaje más prolongado, constituye el primer contacto del visitante con los encantos del destino.

Si se hace una pausa en el Parador La Silla, al comienzo del pedraplén, se puede observar la colonia de flamencos rosados que habita en la parte sur de Cayo Coco. Una vez vencido el trayecto sobre el mar, se destacan lugares como el Sitio La Güira, un antiguo asentamiento de carboneros, de principios del siglo pasado, en el que es posible practicar juegos ecuestres, pasear a caballo y disfrutar propuestas gastronómicas como el plato que lleva el nombre de la casa, que combina arroz, cordero, pollo, cerdo, carne de res y tocino.

Esta parte del cayo recibe también a aquellos aventureros decididos a pasar la noche en cabañas rústicas, popularmente conocidas como “vara en tierra”, o a quienes desean recorrer su sendero de 1,700 metros de longitud bajo grado de dificultad, para observar los tres ecosistemas que en él están presentes: bosque siempreverde micrófilo, bosque de manglar y lagunas interiores, con su fauna propia.

Un poco más largo (2,100 metros) es el trazado de Las Dolinas, otro sendero que enlaza 11 dolinas de diferentes estadios, en las que se observan numerosas especies de aves y una interesante flora.

Próxima a la zona hotelera de este islote se encuentra la Cueva del Jabalí, de altos valores ecológicos y formada por pequeños salones interconectados entre sí, en la que los anfitriones celebran espectáculos culturales en vivo.

El Bagá, la gran atracción ambiental La gran atracción ambiental de la región es, sin dudas, el Parque Natural El Bagá, inaugurado a fines del año 2002, que amplió las posibilidades de este destino turístico para satisfacción de los amantes del ecoturismo. Sobre 69.9 hectáreas de bosques y lagunas bien conservadas, se extiende esta nueva propuesta, que toma su nombre de un árbol muy presente en las áreas húmedas de la zona, a cuyo fruto comestible se le atribuyen propiedades medicinales.

El Bagá recoge las más importantes etapas de la formación de Cuba desde el punto de vista geográfico y concentra alrededor de 60 productos, entre los que sobresalen un centro de interpretación y los senderos “Por la ruta del Bagá” y “Bajo el árbol dorado”, dos sitios de gran belleza.

Por estos itinerarios se llega hasta la Laguna del Bagá y la aldea aborigen, compuesta por cinco caneyes, mientras se disfruta de la ecología, las aves y la flora, o se practican algunos deportes náuticos, incluido el buceo.

Una perspectiva especial para la observación de aves ofrece el embarcadero, que exhibe un galeón atracado allí; también el visitante puede elegir cualquiera de las propuestas de su punto náutico, acceso a un canalizo de dos kilómetros de extensión que se navega en canoas similares a las empleadas antaño por los aborígenes.

Quienes visitan el parque pueden contemplar, en condiciones de semi-cautiverio, especies de la fauna local, pasear a pie, en coches tirados por caballos o en bicicleta, por su extensa alameda y plaza colonial.

El mar Imprescindible para los que viajan a Jardines del Rey, el mar reserva otro sinnúmero de posibilidades a las que se acceden desde los clubes de playa que existen en todos los hoteles, dotados de equipos con motor y no motorizados para la práctica de las distintas modalidades náuticas.

Otras instalaciones en los cayos Coco, Guillermo y Paredón Grande, disponen de los recursos para realizar excursiones en catamaranes a playas vírgenes, recorridos en yate, apreciar las formaciones coralinas y la flora y fauna marinas desde un barco con fondo de cristal; buceo y pesca deportiva en variantes como al curricán, fly y de altura.

En Jardines del Rey las playas constituyen parte esencial de ese verdadero paraíso y estas, como ya se ha dicho, son la principal excusa para visitar la región; algunas han sido especialmente recomendadas por los bañistas, entre ellas Flamencos (Cayo Coco), de tres kilómetros de longitud, que cuenta además con servicios de parrillada y bar, y Pilar (Cayo Guillermo), un rincón virgen, delimitado por amplias dunas de arenas y puntas acantiladas

Las nuevas flores del jardín Destino cada vez más completo, Jardines del Rey ha apostado también a la organización de eventos, modalidad que rinde ya sus frutos, la talasoterapia, con un moderno centro que próximamente entrará en servicio, y la práctica del golf, para la que se dispondrá pronto del primero de tres campos previstos.

El programa de eventos reserva para el resto del año la Convención de Turismo Cuba 2004, la tercera edición del Festival de Jazz Jardines del Rey, el II Simposio de Esculturas del Mar ESMAR, dedicado en esta ocasión a Ernest Hemingway; el II Encuentro Internacional de Guitarra, el Festival Salsón Jardines del Rey, de música salsa; la IV Edición del Festival de Locomotoras a Vapor y la VIII Feria Turística Jardines del Rey.

Y para quienes prefieren conocer los más famosos sitios de Cuba como La Habana, Trinidad, Santiago de Cuba, Villa Clara, Holguín, o hacer viajes de multidestino a otros países del Caribe, existe la posibilidad de realizarlos desde la cayería.

Hoy Jardines del Rey, devenido uno de los más importantes destinos turísticos de Cuba, se ha convertido en sitio ideal al que acuden los ya más de un millón de turistas de todo el mundo, ansiosos por conocer y disfrutar los múltiples atractivos que ofrece ese justamente considerado paraíso de ensueños.