Cuba Un destino diverso y fascinante
La oferta como destino turístico de la Isla mayor de las Antillas es múltiple y en los últimos años se ha diversificado aún más, sin dejar a un lado los dones extraordinarios de este país tropical
Más de trescientas playas, todas excelentes, en las propias riberas de la isla grande o en los cayos que la rodean, barreras coralinas con un alto grado de conservación y bases para la práctica del buceo y otros deportes náuticos, hacen de Cuba un destino ideal de sol y playa, fascinante hasta para el más incrédulo visitante.
Sin embargo, la Isla mayor de las Antillas es mucho más que eso. A una variada oferta como destino turístico se une una confortable red hotelera, restaurantes y otros servicios, que complacen los deseos y necesidades del vacacionista de cualquier lugar del mundo, y una diversidad de atractivos culturales, históricos y naturales, que hacen de casi todos los rincones de la Isla un lugar ideal para visitar, descansar, aprender.
Entre sus tantas playas descuellan algunas, como Varadero, la más conocida de todas, que junto a Ciudad de La Habana es uno de los principales polos turísticos de la nación.
Más de 20 kilómetros de arenas blancas y finísimas y la agradable temperatura de sus aguas verdiazules, han cimentado su fama.
Una notable red de hoteles y establecimientos de las principales cadenas y firmas turísticas están a disposición de los que elijan Varadero.
Cercano a las ciudades de Matanzas y de Cárdenas, en la parte noroccidental de la isla, además de las zonas de playa, cuenta con el parque ecológico Varahicacos, un verdadero remanso para los que aman el verdor de la naturaleza.
Siguiendo por la costa norte cubana y en dirección este, se llega a la parte central de la ínsula. De esa región, no podemos dejar de recomendar los cayos de Las Brujas, Ensenachos y Santa María, donde hay playas edénicas y servicios de alojamiento muy eficientes, con hoteles de alto estándar y proyectos de ampliación en pleno desarrollo.
Siguiendo en el recorrido imaginario, más hacia el oriente, pero sin abandonar la zona central, llegamos al afamado archipiélago de Jardines del Rey.
Dicen las viejas crónicas que el adelantado Diego Velásquez puso nombre a estos islotes de paraíso, allá por el siglo XVI, en honor al rey de España.
Allí los principales sitios de fomento turístico están en los cayos Coco y Guillermo, con una excelente red hotelera que se explota respetando las leyes de conservación de la naturaleza vigentes.
Además de sus magníficas playas, en Jardines del Rey se encuentra el parque natural El Bagá, que debe su nombre a un árbol endémico de la zona. La región es conocida por sus colonias de flamencos rosados y la presencia del ibis, un pájaro al que en Cuba se le llama coco, de ahí el nombre de uno de sus islotes.
En El Bagá hay unas 300 especies de plantas y unas 200 de animales. Además de las citadas aves, son interesantes las iguanas, jutías, lagartos y cocodrilos, estos últimos en un área restringida y sin peligros para el viajero.
En el parque hay también un museo de la piratería, un punto de embarque para actividades náuticas y la réplica de una aldea aborigen.
Al norte de la provincia de Camagüey encontramos la playa Santa Lucía, de excelente calidad y belleza, que muy cerca de sus orillas, a unos 200 metros de sus arenales finísimos, posee una hermosa barrera coralina, visible desde tierra firme, ideal para la práctica del buceo recreativo.
Ya en la porción nororiental, en la provincia de Holguín, recomendamos a Guardalavaca, otra de las playas fabulosas, que muy cerca tiene a sus vecinas Esmeralda y Pesquero, en la última de las cuales se ubica el hotel más grande del país, con más de 900 habitaciones que complacen el gusto más exigente.
En el sur de la isla, en el archipiélago de Los Canarreos, al noreste de la Isla de la Juventud, se encuentra el paradisíaco islote de Cayo Largo del Sur, una maravilla de la naturaleza cubana.
«El último paraíso», como fue calificado con mucha razón, tiene además de sus playas, fascinantes fondos marinos (cuenta con 33 puntos de inmersión) y una hotelería excelente, con el agregado de su ubicación exclusiva, apartada pero de fácil acceso por mar o aire, con vuelos directos desde diversas partes del mundo, lo cual lo hace ideal para el descanso.
Buceando en aguas cubanas Entre los especialistas o simples viajeros cada día cobra más fama la sensacional belleza y biodiversidad de la plataforma submarina cubana.
La isla grande está rodeada por unos 1 600 isletas y cayos, cercados en su mayoría por formaciones coralinas relativamente fáciles de acceder por la ausencia de fuertes corrientes marinas.
El grado de visibilidad para la práctica del buceo contemplativo –el único autorizado por las leyes proteccionistas—se considera óptimo en la plataforma cubana, por lo demás poco profunda, con aguas cuya temperatura oscila entre los 24 y 28,5 grados C.
Las formaciones coralinas son admirables por sus vivos y variados colores y la impresionante belleza de sus rocosidades y otras formas. Entre estas viven unas 500 especies de peces, unas 200 de esponjas, gran número de moluscos, crustáceos, gorgonias, algas.
Para la práctica del buceo se dispone de equipamientos modernos y de los servicios de instructores con años de experiencia, avalados por la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas (CMAS) y otras competentes instituciones del mundo.
Existen fuertes vínculos con la red nacional de servicios médicos y cámaras hiperbáricas para garantizar con urgencia la atención a inmersionistas.
Más de 30 centros de buceo funcionan en el país. Entre los lugares más fabulosos se encuentran los 39 sitios de la playa María la Gorda, en la occidental península de Guanahacabibes, Reserva Mundial de la Biosfera.
Es una zona privada, de aguas transparentes. Sus fondos están entre los de más riqueza biológica del país. Allí existe la mayor colonia de coral negro de los mares cubanos, jardines de gorgonias y esponjas y una extensa pared con grutas sumergidas.
El Parque Nacional Marino de Punta Francés, en la sureña Isla de la Juventud, es otra de las joyas de la plataforma submarina de la isla.
En un espacio de aproximadamente seis kilómetros, vive una rica fauna, mientras que sus paredes y túneles son una tentación a la aventura para cualquiera. También se encuentran pecios muy interesantes.
En la playa de Varadero hay 32 sitios de inmersión que van desde la bahía de la ciudad de Matanzas hasta el lado occidental de la cayería de Jardines del Rey.
Variadas formaciones coralinas se dispersan por la plataforma, que desciende suavemente. Entre los pecios que se pueden observar figuran una fragata con sus cañones, un avión de transporte y una lancha cohetera, hundidos intencionalmente para el disfrute de los buceadores.
En Jardines de la Reina, al sur de la provincia centroriental de Ciego de Ávila, hay un rico arrecife coralino, poblado por variadas especies de quelonios y es uno de los pocos parajes de la parte occidental del Caribe donde acuden a desovar las tortugas.
En la zona se puede optar por una de las experiencias submarinas más excitantes, el buceo con tiburones.
La oferta de Santiago de Cuba, con 73 sitios de buceo, es cautivadora. En los fondos marinos cercanos a la ciudad más caribeña de Cuba yacen varios buques de la celebre flota española del almirante Cervera, hundida en julio de 1898 por una potente escuadra de la armada de Estados Unidos, durante la guerra hispano-cubano-norteamericana. Y no podemos olvidar la zona de Marea del Portillo, con sus 16 sitios, situada en el Gran Parque Nacional Sierra Maestra, en la provincia de Granma.
En su patrimonio están dos embarcaciones de la flota del almirante Cervera, un viejo galeón de 36 cañones con sus balas y el barco Cristóbal Colón, todos muy apreciablemente bien conservados. La belleza y colorido de sus formaciones coralinas, muros y cavernas, es para no olvidar.
También hay importantes centros de buceo en Cayo Levisa, La Habana, Cayo Largo, Bahía de Cochinos, Cienfuegos, Cayo Santa María, Trinidad y Cayo Coco.
Una naturaleza de lujo Entre los objetivos de la industria sin chimeneas nacional se encuentra convertir a Cuba rápidamente en uno de los urismo de naturaleza en el Caribe, algo que se ha visto incentivado en los últimos años, en especial con la celebración de la Convención Internacional de Turismo de Naturaleza, que en septiembre del 2006 tendrá como sede la provincia de Matanzas.
Muchas son las virtudes de la naturaleza cubana, entre ellas el esplendente verdor perenne, donde no se puede dejar de citar al Valle de Viñales, en Pinar del Río, insertado entre las elevaciones de la Sierra de los Órganos, a unos 180 kilómetros de la capital cubana.
Sus famosos mogotes (elevaciones de techo plano) lo definen como uno de los paisajes más extraodinarios del país, a lo cual une un valioso caudal de riquezas de la flora, fauna, costumbres y tradiciones de sus moradores.
El Parque Nacional Ciénaga de Zapata, considerado el mayor humedal de Cuba y el Caribe insular, con una extensión de 5 000 kilómetros cuadrados, forma parte de la península de igual nombre, en la costa sur de la provincia de Matanzas.
Su relieve, llano, acoge las cuencas de dos importantes ríos, así como varios ecosistemas que se han dado cita en esos parajes.
Allí se han identificado 17 formaciones vegetales. Hay clasificadas unas 1 000 especies de la flora. Entre los vertebrados hay 37 especies de reptiles y 13 de anfibios.
Y entre las endémicas aparece el arcaico cocodrilo cubano Rhombifer, cuyo hábitat es el más restringido del mundo.
En el centro del país, la Sierra del Escambray cautiva por sus paisajes majestuosos y por el agradable clima que impera en sus regiones. Por allí transitan los laberintos de varios sistemas cavernarios como la Cueva de Martín Infierno y el embalse del Hanabanilla, rodeado de montañas, saltos de agua, como Charco Azul y El Caburní, llenos de encanto.
En aquellos parajes predomina la vegetación de pluvisilva de montaña, cuya principal característica es la abundancia de árboles.
De gran belleza son las siete especies de helechos arborescentes existentes y unas 60 variedades de orquídeas silvestres. En la fauna destacan el vencejo de collar, una rareza, el gavilán colilargo, endémico de Cuba y la extraordinaria mariposa de cristal.
Habitan la Sierra del Escambray numerosas comunidades agrarias, dedicadas fundamentalmente a la producción de café, la repoblación forestal y al turismo.
Y también puede practicarse en el Hanabanilla la pesca deportiva de la trucha, con especies de gran tamaño que figuran en varios récords.
La Sierra Maestra, en el oriente del país está formada por tres importantes regiones:
El Parque Nacional Turquino, el Parque Nacional Desembarco del Granma y la Gran Piedra.
El Parque Nacional Turquino tiene las montañas más altas del país:
El pico que le da nombre, el Real del Turquino, y los picos Mella, Cuba y Suecia. Esta zona ha sido escenario de relevantes sucesos históricos, pues allí estuvo el emplazamiento del núcleo fundacional del Ejército Rebelde, incluyendo el lugar de su Comandancia General en La Plata.
En el Parque Nacional Desembarco del Granma se imponen sus hermosos farallones y escarpes verticales altos. Los arqueólogos han hallado cuevas en las que hay muestras de la vida aborigen y hasta pictografías primitivas, como es el caso del sitio arqueológico El Guafe.
En esta zona es cada vez mayor la práctica del escalamiento, tomando como base las excelentes instalaciones hoteleras ubicadas en la costa sur de Santiago de Cuba o en la ciudad misma.
En el extremo oriental del país se encuentra la legendaria Baracoa, fundada el 15 de agosto de 1511, la villa más antigua de la Isla. Sus dominios cubren una extensión de unos 1 000 kilómetros cuadrados. Sus montañas son empinadas, por lo que hay una impronta de verticalidad en el paisaje.
Esto hace que se les llame cuchillas. Se destacan las cuchillas de los ríos Toa y Baracoa.
Las del Toa han sido declaradas por la UNESCO Reserva Mundial de la Biosfera.
La ciudad, mayoreada por la definitoria piedra de El Yunque, está enclavada en un ambiente bucólico, con una fauna donde destaca por su singularidad y vivos colores el caracol polymita picta, endémico de la región, de mucho interés para los malacólogos.
Esta zona es la de mayor diversidad biológica del archipiélago cubano y del Caribe insular, y es el conjunto de ecosistemas terrestres mejor conservados de la Isla.
Una intensa vida cultural El acervo cultural de los cubanos es rico y la actividad que esto genera sería imposible de reseñar con pocas palabras. Hay ofertas para todos los gustos. Desde magníficos espectáculos musicales en teatros y cabaret, hasta la exhibición de obras dramáticas, festivales de cine, plástica, danza clásica y popular, artesanía, funciones de ballet, museos de diversos tipos, fiestas populares, talleres, encuentros académicos y otros.
Enero comienza con la entrega de los premios anuales de literatura Casa de Las Américas, un certamen de reconocido prestigio dentro y fuera del continente. A este le sigue otro evento significativo, que se realiza tradicionalmente en febrero, la Feria Internacional del Libro, ya reconocida en el ámbito editorial de la región, y que en los últimos años se ha extendido de La Habana a todo el país, con múltiples sedes en ciudades y pueblos, y millones de ejemplares vendidos en poco tiempo.
Otro evento sui géneris es el Festival Internacional de Cine Pobre, que junto al ya consagrado Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, este último siempre en la primera quincena de diciembre, también con periodicidad anual, hacen de Cuba una plaza importante para la promoción y el disfrute de las mejores muestras del séptimo arte de América Latina y el Mundo.
Igualmente prestigiosos son los Festivales Internacionales de Ballet, la Bienal Internacional de Artes Plásticas de La Habana, el Festival Boleros de Oro, y la gala de la música cubana, Cubadisco, que se celebra todos los años generalmente en el mes de mayo, mes que también acoge a las ya afamadas Romerías de Mayo, de la oriental provincia de Holguín, que en octubre de todos los años lleva a cabo la Fiesta de la Cultura Iberoamericana.
Durante los meses de verano Santiago de Cuba, con ExpoCaribe y la Fiesta del Fuego, seguidos de sus tradicionales carnavales, atrae a turistas y curiosos, atrapados por la magia de celebraciones sin descanso al ritmo de la famosa conga santiaguera. Octubre, por su lado, es el mes en que la histórica ciudad de Bayamo, Monumento Nacional, celebra las patrióticas Fiestas de la Cubanía, todos los años.
En cuanto a festivales, puede usted buscar información sobre los de teatro, guitarra, de música contemporánea, de baile casino, jazz y hip hop. Y entre las fiestas populares más renombradas se encuentran el mencionado carnaval de Santiago de Cuba, el de La Habana, las parrandas de Remedios, antigua ciudad del centro del país, y las Charangas de Bejucal, un poblado situado en las cercanías de la capital.
Entre las instituciones, no podemos dejar de mencionar el Museo Nacional de Bellas Artes, donde existe la más completa colección de la plástica cubana de todos los tiempos y valiosas muestras del arte universal. El centro histórico de la capital cubana, La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad, ofrece un fresco de la vida colonial cubana.
Es una zona en constante proceso de remozamiento y conservación, donde hay museos, viviendas coloniales, plazas, iglesias, teatros y antiguas fortalezas. Mientras que Trinidad, en la zona sur del centro, declarada también por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, une a sus excelentes condiciones naturales la magia de una ciudad colonial especialmente conservada en el tiempo.
Turismo de salud, otra opción El prestigio de la medicina cubana ha rebasado nuestras fronteras y el interés por recibir tratamiento médico en la Isla, al mismo tiempo que se disfruta de las bondades de su clima, la hospitalidad de su pueblo y el confort de sus instalaciones, crece cada día.
La firma cubana Cubanacán Turismo y Salud opera en la tramitación de una amplia gama de tratamientos. Por ejemplo, el Centro Internacional Oftalmológico Camilo Cienfuegos, de la capital, lleva a cabo el más eficaz tratamiento del mundo contra la retinosis pigmentaria o ceguera nocturna, creado por el ya fallecido Dr. Orfilio Peláez, que ha salvado de este padecimiento a muchas personas.
En el campo de la neurología, Cuba ofrece novedosos tratamientos de restauración neurológica, equiparables a los que puede ofrecer el mundo desarrollo e incluso en algunos casos, más avanzado.
Es así como pacientes de más de 60 países se han tratado dolencias como Alzheimer, Parkinson, lesiones traumáticas de la médula espinal, esclerosis múltiple, tumores y parálisis.
Otros tratamientos exitosos en Cuba mejoran la calidad de vida o curan enfermedades como el vitiligo, la psoriasis, alopecia y la artritis reumatoide, enfermedades que son atendidas por profesionales dedicados a la investigación y avalados por las instituciones docentes y científicas cubanas dedicadas a la rama de la medicina, una ciencia con prioridad uno en el país.
En este campo, Cuba no solo se destaca por su excelencia, sino por poner sus conocimientos al servicio de la Humanidad, con el envío solidario de miles de médicos a diversas naciones del mundo, la formación de personal en la Isla y fuera de ella, y con la puesta en marcha de la Operación Milagro, cuyo objetivo es tratar de devolver la vista a cientos de miles de personas en el lapso de pocos años.