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Con una línea exterior aún más deportiva que apuntala su atractivo diseño, la carrocería Sportback continúa aportando un extra de práctica de la mano de sus cinco puertas, al ofrecer un cómodo acceso a la segunda fila de asientos.

Disponible con dos niveles de equipamiento (Attraction y Design), a pesar de ser el modelo más económico de la marca, en el interior no deja de tener una gran calidad de materiales —varios son de plásticos soft touch—, de modo que el instrumental y la consola central ostentan el preciosismo minimalista de todos los Audi.

La principal primicia de este modelo, sin embargo, se localiza bajo el capó, con una reluciente hornada de motores que contempla hasta seis variantes, cuatro de gasolina y dos diesel, entre los 90 y 192 CV. Todos nuevos y con mejoras en su rendimiento, al reducir hasta un 10 % los consumos de combustible y las emisiones de CO2 sin afectar sus prestaciones.

Los clientes, además, podrán seleccionar la transmisión automática S-Tronic de doble embrague y siete velocidades (de serie en el motor TFSI de 1.8 L); mientras otra de las novedades es el sistema de conducción dinámica Audi drive select, que permite ajustar el comportamiento del motor, la transmisión, el tarado de los amortiguadores regulados electrónicamente (opción nueva dentro de la gama) y la asistencia de la dirección mediante tres programas: auto, efficiency y dynamic. Todo para hacer de este un coche ágil, seguro y sumamente divertido de manejar para aquellos que se puedan dar el lujo de costear uno de los modelos más lozanos de la casa de los cuatro aros.