El Astillero más famoso del Nuevo Mundo
Si bien La Habana se convirtió en la principal estación naval española en el siglo XVIII gracias a su privilegiada posición geográfica, excelente puerto y sistema defensivo, también contribuyeron el gran desarrollo de la construcción naval y las riquezas de recursos naturales, particularmente la madera de los bosques circundantes.
Así, entre los años 1700 y 1790, los astilleros de La Habana fabricaron 197 barcos para la Armada española. De la calidad de los navíos construidos en La Habana, hay muchas pruebas. Una de ellas fue la del ‘Princesa’, nave de línea con 70 cañones que enfrentó a tres barcos de guerra ingleses en 1739: dañó seriamente a uno (HMS Lenox), hizo huir a otro (HMS Kent), pero ya no pudo contra el tercero (HMS Oxford).
Finalmente el ‘Princesa’ fue capturado por la Royal Navy (70 muertos y 80 heridos) y llevado a Portsmouth. Allí se dieron cuenta los británicos de toda la calidad del ‘Princesa’, por lo que decidieron repararlo y ponerlo a disposición de la Royal Navy, bajo el pabellón de Inglaterra. Estuvo en servicio hasta 1784.
La elevada calidad de los navíos españoles construidos en La Habana hizo famosos a sus Astilleros hasta catalogarlos como los mejores del entonces Nuevo Mundo. Realmente, los barcos que salían de los astilleros habaneros duraban el triple de tiempo que sus similares hechos en España.
Y es que a la calidad de las maderas empleadas en su construcción, como el cedro, ocuje y guayacán, se sumaba la experiencia que habían adquirido los trabajadores locales de los astilleros (armadores, diseñadores, carpinteros y demás obreros), todo lo cual fue la verdadera fuente de la calidad de los barcos ‘botados’ en La Habana.
Otra muestra de la importancia de los astilleros de La Habana fue el navío de guerra Santísima Trinidad, construido en La Habana en 1769. Este era un gigantesco buque de 2 163 toneladas de peso muerto, armado con 140 cañones, e indudablemente, fue el mejor exponente de la calidad y de la pericia de la ingeniería naval de La Habana en el siglo XVIII: era el mayor del mundo.
Although Havana became the main Spanish naval station in the 18th century thanks to its privileged geographical position, excellent port and defensive system, the great development of shipbuilding and the wealth of natural resources, particularly the wood of the surrounding forests also contributed to its progress. The high quality of the Spanish ships built in Havana made their shipyards famous and they were considered as the best of the then New World.