Peugeot RCZ, un deportivo atractivo, seguro y veloz
El deportivo de Peugeot, portada de la edición 34 de Excelencias del Motor y Premio de Diseño en FIHAV 2011, ya lo habíamos tocado en una Prueba de Manejo organizada por su concesionario en Cuba, BDC International S.A. Pero fue un contacto breve y donde no se pudo apreciar todas sus cualidades. Este será nuestro auto a prueba. Los baños termales medicinales de Elguea, ubicado en el municipio Corralillo, al noroeste de la provincia Villa Clara, es nuestro destino.
De solo mirarlo, el RCZ te atrae como un imán, mucho más si eres amante de los automóviles deportivos. Diseño original, carrocería coupé, motorización de gasolina que entrega 156 CV y transmisión automática son características de la versión probada. Los controles de ajuste de las butacas delantera son eléctricos al igual que los retrovisores exteriores. Las plazas traseras son prácticamente inutilizables para pasajeros, se puede usar con personas no muy altas y en tramos cortos. Sin embargo, los asientos delanteros sí son cómodos y con suficiente espacio para cualquier persona, o sea, es un coche para dos.
Para llegar a los baños de Elguea se pueden utilizar dos rutas. La primera, por la Autopista Nacional hasta Jagüey Grande, luego a la izquierda en busca de Colón, Martí y Corralillo. Este fue nuestro rumbo de ida, más que nada porque el paso por la Autopista Nacional nos permitió pisar a fondo el RCZ y sacarle todo su poder. El otro recorrido es por la Vía Blanca, Varadero, Cárdenas y el Circuito Norte de la Carretera Central en busca de Corralillo. Este es un trayecto más pintoresco, con las carreteras en mejor estado y fue nuestro camino de regreso.
Adentrarse en el Peugeot RCZ no es complicado, lo digo porque hacerlo en un coche deportivo es siempre dificultoso por el hecho de ser demasiado bajo y bien pegado al suelo. La facilidad, en gran medida se debe al largo de las puertas que engrandecen el umbral del habitáculo. Ya dentro, ajustas la posición de la butaca y la altura del volante y estás listo para poner en marcha el motor.
Es el mismo propulsor usado en la versión probada del 508 de configuración L4, cuatro cilindros en línea, 1.6 L de desplazamiento, sobrealimentado, que entrega 156 CV a 6 000 rpm y un par motor máximo de 250 Nm a partir de las 1 400 rpm. Además, comparte la misma transmisión automática de seis velocidades.
Circular por la ciudad en el RCZ es un verdadero placer: las respuestas del acelerador, la dirección (con asistencia electrohidráulica) y sus 4.3 m de longitud, hacen muy fácil los adelantamientos y cambios de dirección. Más aún, si colocas la transmisión en el modo deportivo (S), entonces se vuelve extremadamente contestón.
En la Autopista Nacional nuestro deportivo a prueba va de maravillas, con estabilidad envidiable a velocidades por encima de los 160 km/h. Esta firmeza se debe, en alto grado, al alerón colocado en la parte trasera de la carrocería. Este, oculto cuando el coche circula por debajo de 85 km/h, se activa automáticamente pasada esta velocidad y se inclina 19º. Así, se mantiene hasta que la velocidad supera 155 km/h, que se eleva hasta 34º. No obstante, si es interés del conductor mantener el alerón descubierto, incluso cuando el coche esté parado, puede activarlo presionando un botón ubicado en la columna central.
Autopista despejada, transmisión en el modo secuencial manual y acelerador a fondo, pura adrenalina. En primera 40,km/h, en segunda 90 km/h, en tercera 130 km/h, en cuarta 170 km/h (todos estos cambios se hicieron cuando el motor llegó a las 6 000 rpm). En quinta se impulsó hasta 211 km/h, con el motor girando 5 000 rpm. En sexta mantuvo la velocidad punta, mientras que las vueltas del motor bajaron a 4 500 rpm.
El pueblo de Corralillo, cabecera del municipio homónimo, tiene sus orígenes en la aldea Felipe, enclavada en la hacienda Felipe y Corralillo, muy cerca de la ciénaga y sierra de Limones. Fue fundado en 1831 y diez años después solo tenía 31 habitantes. En 1852 contaba con 15 casas donde moraban 157 personas, la mayoría dedicada a la pesca. Hoy, con un territorio que cubre 842.9 km2 de superficie, tiene una población de 27 513 habitantes, lo que representa 32.6 habitantes por km2.
El principal atractivo del municipio es el balneario de aguas termales y mineromedicinales Elguea. Su descubrimiento se remonta al siglo XIX, cuando un esclavo con afectaciones dermatológicas, fue liberado a conveniencia para evitar que infestara al resto de la dotación. Un tiempo después se le vio sanado y dio como testimonio de su curación, el haberse bañado con regularidad en unos manantiales de aguas calientes.
El esclavo era propiedad de la familia Elguea y los manantiales termales curativos brotaban dentro de sus posesiones. Así, la familia construyo un pequeño hotel para explotar las milagrosas aguas y desde esa época lleva como nombre el apellido de la familia. Este excelente destino turístico combina vacaciones con el mejoramiento de la calidad de vida.
Están más que probadas las propiedades curativas de sus aguas, que son: hipermineralizadas, cloruradas, sódicas, brómicas y débilmente radónicas y sulfuradas, con una temperatura promedio de 45 grados Celsius. El Centro Termal de Elguea está considerado uno de los más importantes de América Latina y allí se ofrecen múltiples tratamientos, donde destacan los baños en piscinas termales o bañaderas individuales y la fangoterapia.
De vuelta, pusimos la trasmisión en directa (D) y el RCZ sigue siendo veloz, viajamos por el Circuito Norte de la Carretera Central a una velocidad promedio de 100,km/h, un ritmo que puede parecer rápido para otro auto en una carretera tan estrecha; sin embargo, dentro del habitáculo da la sensación que vas parado. Además, el consumo puntual se comportó relativamente bajo, oscilando entre 6 y 7,L/100 km. El interior es elegante, con el salpicadero y forros de las puertas vestidos en cuero negro. Destacan el panel de instrumentos con relojes circulares analógicos que marcan velocidades por encima de los 200 km/h y giros del motor que superan las 6 000 rpm. Al centro de estos, la acostumbrada pantalla digital monocromática de Peugeot que refleja, entre otras cosas: autonomía, consumo puntual y el modo de la transmisión.
La carretera que une Cárdenas con Varadero es de cuatro vías y con buen asfalto. Allí, aceleramos un poco más y llevamos el velocímetro hasta 130 km/h. A esa velocidad sigue dándonos buenas sensaciones de seguridad, el consumo registró un promedio de 8 L/100 km, mientras que el motor nunca sobrepasó las 3 000 rpm. El equipo de sonido, con lector de disco en formato MP3 y con puertos auxiliares que incluye uno USB, reproduce con calidad notable. Un detalle que se agradece, sobre todo cuando se viaja por carretera. A eso se suma el funcionamiento del aire acondicionado bizonal, que domina el interior del coche a velocidad extrema, incluso cuando dejas el auto en parqueos expuestos al sol.
En Varadero, luego de tomarnos algunas fotos, pusimos rumbo hacia La Habana. Primero por la carretera que enlaza a la playa azul con la ciudad de los puentes y luego por la Vía Blanca. Ambas en buen estado y en donde por momentos rodamos a 160 km/h. Sin embargo, a esa velocidad seguíamos sintiendo máxima seguridad al volante, mientras que el motor giró a 3 500 rpm, con un consumo puntual por debajo de los 10 L/100 km.
Resumiendo: el Peugeot RCZ es un deportivo que, además de ser atractivo y elegante, es seguro y veloz. A eso se suma su bajo consumo de combustible y su cómoda maniobrabilidad. Me gustaría que llevara levas tras el volante para dominar la caja en el modo secuencial y mandos al volante, detalles que elevarían el confort. Pero esta versión es la única con transmisión automática, ya que las otras motorizaciones colocan transmisión manual de seis marchas, donde la velocidad punta puede alcanzar 337 km/h.
Excelencias del Motor realizó este viaje de pruebas con la colaboración de la firma italiana Resigum y la belga BDC International, concesionario de Peugeot en Cuba.