Baracoa
Ciudad de las aguas, de las montañas, de las lluvias, del paisaje, Ciudad Primada de Cuba; de cualquier manera que prefiera nombrársele, Baracoa siempre será un lugar de encanto de la naturaleza.
A la entrada del Caribe, cerca del Paso de los Vientos está Baracoa, como una puerta natural que guarda la magia de su destino fundacional. Lo más peculiar de la zona es su relieve geográfico, el 95 por ciento predominantemente montañoso, en forma de cuchillas, entre ellas las Cuchillas del Toa, declaradas por la UNESCO Reserva de la Biosfera y las de Baracoa.
Un símbolo de Baracoa es El Yunque, una montaña de 560 metros de altura, en forma de una meseta de flora muy variada, con cafetales, yagrumas, helechos, cedros, ocujes y palmas.
En el Parque Nacional Alejandro de Humbolt hay muestras de sus exclusivos atributos; allí habitan especies como el almiquí, el gavilán caguarero y el carpintero real; el manatí, pez nacional también en peligro de extinción, muy cuidado en su refugio.
Los ríos de Baracoa, entre ellos el Yumurí, Duaba, Miel, Toa, Macaguanigua y centenares de arroyos, son de aguas claras y puras, y sus playas: Yumurí, Barigua, Manglito, Maguana, Miel. Duaba, Mapurisí y Nibujón, entre otras, integran el patrimonio que es su gran caudal hidrográfico.
Baracoa es denominada también la capital en Cuba de la madera, del coco y del cacao.