Las Terrazas
Las Terrazas, enclavada en la Sierra del Rosario, en la más occidental de las provincias cubanas, desarrolla una experiencia -la primera de su tipo en Cuba- donde se relacionan el hombre y la naturaleza y que tiene al turismo como su motor principal. Es decir, donde la comunidad allí enclavada, se encarga del manejo racional y conciente de los recursos culturales y los del medio natural que la rodea, en función de su supervivencia y la satisfacción de las expectativas de quienes la visitan. Ello ha dado como resultado, uno de los proyectos más interesantes y atractivos, en el marco de las nuevas corrientes del Desarrollo Sostenible, y que se convierte en una respuesta a los grandes retos que enfrenta la humanidad en la actualidad, y en particular la nación cubana. Es preocupación de Cuba el establecimiento de políticas que permiten asegurar la protección de los recursos vitales para las presentes y futuras generaciones. Como tal, el Turismo de Naturaleza en Cuba está experimentando un acelerado desarrollo, y uno de sus proyectos más avanzados es el del Complejo Las Terrazas, enclave de singulares valores; aunque conviene subrayar que no es un proyecto concluido sino que transita por una etapa introductoria, en la que se observan logros en todos los campos, situando este modelo de desarrollo sobre la base de la autogestión. Sus cinco mil hectáreas de ríos, valles, montañas y bosques forman parte, desde 1985, de la Reserva de Biosfera Sierra del Rosario, que otorga la UNESCO. En 1968 esta zona se sometió, de manera experimental, a un sistema de terraceo a fin de repoblar las áreas montañosas, dañadas por más de tres siglos de deforestación. Ello se complementó con la edificación -en 1971- de la comunidad de Las Terrazas y la apertura de vías de acceso necesarias para el desarrollo del área. Estas vías permitieron su conexión con la red vial nacional en todas direcciones. En 1990 comienzan los planes para organizar Las Terrazas como un destino turístico, basado en sus múltiples atractivos naturales, históricos y socio-culturales. En 1991 se dan los primeros pasos de lo que más tarde sería el Complejo Las Terrazas, como entidad empresarial que regiría el desarrollo turístico local, dando lugar a la primera experiencia rural de Turismo Sostenible en Cuba. Este modelo de turismo sostenible tiene entre sus objetivos: activar y orientar la vida económica por vías del Desarrollo Sostenible; lograr la incorporación y desarrollo gradual de la población local, para conseguir una dimensión mayor en la calidad de vida material y espiritual y estudiar, conservar y manejar adecuadamente los valores del patrimonio natural y cultural. Los principios en que se basan dichos objetivos son: respetar y conservar dinámicamente la comunidad de seres vivos; elevar la calidad de vida de la comunidad local; racionalizar al máximo el consumo de los recursos no renovables y facultar y educar a la comunidad residente para que cuide su propio medio ambiente, entre otros. Para lograr los objetivos señalados, se definió un grupo importante de acciones, entre las que se encuentran: la diversificación de la oferta turística (hospedaje y servicios extrahoteleros) encaminado al incremento sostenido de los ingresos; se potenció el desarrollo de algunas manifestaciones del arte, como expresiones locales, en su doble condición económica y cultural; la introducción y práctica progresiva de la producción de alimentos, en función del autoconsumo comunitario y la demanda turística; la utilización sostenible de recursos naturales vitales, como el agua y diversas fuentes de energía renovable en función del ahorro y la conservación; que la comunidad tomara decisiones con relación a su destino y la solución de sus necesidades básicas; el fortalecimiento de los organismos políticos y de masas locales en función del Proyecto de Sostenibilidad; la constitución y consolidación del Grupo o Consejo de Vecinos, órgano no gubernamental; la creación del Grupo para el desarrollo de la Cultura; la divulgación de los valores locales, donde el Museo Comunitario, entre otras instituciones, juega un papel fundamental, para estimular y fortalecer el sentido de pertenencia e identidad; el derecho y la posibilidad de la comunidad, anfitriona y principal beneficiaria, de participar y disfrutar de los servicios turísticos que se ha diseñado con precios protegidos; el establecimiento de medidas para conservar los recursos naturales, a fin de evitar cambios ecológicos irreversibles; garantizar la continuidad en el manejo de los recursos forestales, que ratifica el desarrollo del sistema de terrazas, encaminado a la protección de los bosques; establecer la introducción progresiva de una cultura ecológica; desarrollar un programa de educación ambiental en todos los segmentos de edades; mantener de modo permanente el estudio y divulgación de la historia local y por último, el estudio, rescate y potenciación de las tradiciones y manifestaciones culturales locales, que adquieren una valiosa importancia como expresión de la cultura local. El Proyecto fue sometido a un proceso de evaluación del potencial turístico de Las Terrazas, que abarca las cinco mil hectáreas, y para el cual se siguió un criterio a partir de la agrupación de los atractivos turísticos en tres grupos principales: naturales, socio-culturales e históricos. La ingeniería turística rige la estrategia y la táctica de la experiencia de Las Terrazas, y se agrupa en módulos incentivadores y facilitadores, e incluye los atractivos turísticos que constituyen puntos de interés y destino de los turistas (científicos, aventura y deporte, recreativos, culturales y especializado); gastronómicos, hospedaje, informativos y de apoyo así como la comercialización y cartera de productos. El proyecto de Desarrollo Sostenible de Las Terrazas, a partir de su experiencia basada en el turismo, ha tenido tres momentos: preparatorio (1991-1994), introductorio (1994-2000) y de consolidación (2001-?). Esta última etapa está dirigida a potenciar todos los ámbitos de la vida, consolidar y demostrar la vialidad de su sostenibilidad, en la medida en que se van cumpliendo los objetivos trazados inicialmente, en lo económico, lo social y en la protección del medio. En el campo de la economía ha sido una experiencia extraordinaria el establecimiento de una estrategia en la gestión económica a nivel de cada unidad de las que componen el proyecto. En cuanto a los beneficios sociales, se pueden señalar: el mantenimiento de las viviendas y establecimientos públicos; la apertura de servicios gastronómicos; la ampliación y diversificación de la red de entretenimientos y actividades que eleven la vida espiritual de la comunidad y la ampliación de fuentes de empleo como una necesidad prioritaria. La protección del medio natural es condición fundamental en la sostenibilidad de determinado lugar. El área del Complejo se halla situada en el centro de una Reserva de la Biosfera. Esta categoría de protección obliga a establecer estrictas medidas de conservación. En Las Terrazas se ha trabajado en el rescate del patrimonio y reafirmación cultural. El resultado de ese trabajo y su continuidad hasta el presente ha sido muy positivo, y ello se refleja en la conducta social de sus habitantes, sus valores morales, su sentido de identidad y pertenencia, así como una elevación progresiva de la autoestima, y el reconocimiento hacia los valores que representan el patrimonio natural y cultural para la vida de la comunidad. Como puede apreciarse, Las Terrazas ha dado lugar a uno de los proyectos más interesantes y reveladores dentro de las nuevas vertientes del Desarrollo Sostenible, como respuesta a los grandes retos ante los cuales se enfrenta la humanidad -y Cuba como parte de ella- en la actualidad.
TESTIMONIO DE QUIEN HA CONTRIBUIDO CON SU TENACIDAD, TALENTO Y CREATIVIDAD, A LA OBRA DE LAS TERRAZAS. "Para mí lo más importante es el impacto que debe tener en la sociedad el desarrollo turístico, y creo que Las Terrazas es un buen ejemplo de lo que entiendo por turismo sostenible. Claro, este no es un proyecto acabado; es algo que está en constante evolución, con éxitos, pero también con tropiezos y con dificultades. Porque no se trata solo de ver el aspecto físico, de las construcciones y el respeto a la naturaleza sino de ver algo más profundo, porque hay otra cosa... porque se trata de una comunidad que desde el punto de vista físico tenía determinados atractivos y tenía determinada calidad, y entonces se decidió hacer una experiencia rural de desarrollo sostenible, desarrollando ese espacio desde el punto de vista económico a través del turismo. Esto implicaba impulsar una actividad económica que fuera capaz por sí misma de darle a ese ambiente físico, a esa comunidad, un modo de vida y una participación superior a la media. A partir de ahí, el desarrollo de esa actividad económica ha permitido que desde el punto de vista social y económico, la gente que vive en ese espacio geográfico mira su vida de una manera un poco distinta y se va incorporando a todas las manifestaciones..."
Osmany Cienfuegos Gorriarán, Presidente del Complejo Las Terrazas, S.A. s..."