Cuenta la historia que la Guayabera nació de las manos de una mujer. Todo surgió cuando un campesino de la zona de Sancti Spíritus pidió a su esposa que le hiciera una camisa cómoda para el trabajo en el campo. Tras una creativa incursión entre telas e hilos, la abnegada fémina diseñó y confeccionó una prenda que luego se extendió entre los habitantes y fue denominada yayabera, en honor a la región.

No fue hasta tiempo después que, dada la costumbre de guardar en sus bolsillos guayabas para las jornadas de trabajo, su nombre cambió por el de guayabera.

La guayabera figura entre las prendas de vestir más populares de Cuba, y su reconocimiento se extiende al mundo entero. Confeccionada con hilo, generalmente de color blanco, es realmente una pieza muy fresca, cómoda y elegante.

Esta camisa de faldones grandes que se usa por fuera del pantalón puede ser de mangas largas o cortas. Por lo general, tiene cuatro bolsillos al frente, dos hileras de alforzas en el pecho y tres en la espalda, rematadas por pequeños botones.

Otra de las hipótesis acerca de su surgimiento se le atribuye a un inmigrante español que en el siglo XVIII montó una sastrería en la villa de Sancti Spíritus, donde se dice que vendía camisas largas con bolsillos cómodos para guardar tabacos, o sea, una prenda muy similar a la actual guayabera.

De todas formas, sea a manos de aquella campesina o del supuesto sastre ibérico, la guayabera alcanzó rápidamente gran popularidad, al punto de que en 1880 el Ayuntamiento de Sancti Spíritus autorizó su uso en actos oficiales donde sólo era permitido hasta entonces presentarse de cuello y corbata.

A lo largo de los años disímiles personalidades han dado uso a esta peculiar prenda, desde artistas, intelectuales, escritores, hasta presidentes y Jefes de Estado.

Actualmente la otrora Quinta Santa Elena se convirtió en la Casa Museo de la Guayabera, que atesora casi 200 prendas, resguardadas en el interior de una casona colonial.