La idea nació y se materializó en la ciudad de Santa Clara. El diseño inicial fue de Felipe Martínez, un amigo ya fallecido. Refiere Guido... «Nos propusimos hacer un auto que no fuera réplica original de ningún otro. Sólo tuvimos en cuenta los elementos generales de los modelos del pasado siglo, los que tomamos de fotos. Para fabricarlo utilizamos materiales de desecho, con los que se fue conformado la estructura metálica. Soldaduras, adaptaciones y acoplamientos hicieron posible este sueño...»

Así, teniendo como manual la técnica de ensayo y error, fue tomando forma un automóvil de 2.50 metros de largo, 1.18 de ancho y 1.52 de altura. Modelo único en su categoría. A este vehículo se le adaptó un viejo motor estacionario italiano, marca Lombardini, modelo 6LD-360, de 359 centímetros cúbicos de cilindrada (82 mm de diámetro y 68 de carrera). Gira unas 1 800 revoluciones por minuto (rpm). Como combustible utiliza diesel y la electricidad es de 12 voltios.

Para el sistema de suspensión, utilizaron hojas de muelle (que tomaron de un automóvil Polsky: pequeño FIAT polaco) y amortiguadores hidráulicos de motocicletas checas Jawa. Pero estos no fueron los únicos inventos. Dice Guido que para la construcción del auto, cada día intercambiaban ideas en el Grupo y ante las nuevas interrogantes, aparecían soluciones.

Una de ellas fue la adaptación, a manera de tanque de combustible, de un bidón ruso portátil («canistra»), con capacidad para 5 litros. Asimismo, se le colocó un motor de arranque francés, de un auto marca Renault, los faroles delanteros son una mezcla de auto Lada y de tractor, la pizarra es totalmente de madera, tallada, con sus relojes: presión de aceite, amperímetro… La defensa delantera también es de un Polsky.

La dirección es mecánica, y las llantas y neumáticos, rin 16, son las mismas que usan los ciclomotores soviéticos Berjovina. Los frenos son por bandas al eje y tiene un sistema de freno de emergencia a las dos ruedas traseras. Y precisa el Jefe del equipo técnico: “para no dejar cabos sueltos, determinamos que la tracción fuera trasera, a una de las ruedas, mediante correas y cadenas. El cloche es centrífugo. Consume un litro de diesel cada 20 o 25 kilómetros, aproximadamente. Ya ha recorrido cerca de 2 000 kilómetros dentro del reparto Alamar, en el municipio Habana del Este, donde reside su dueño.

Una última pregunta: ¿Eres mecánico de profesión? ...«No, soy licenciado en ciencias sociales. Pero me apasionaron desde niño los automóviles. He ahí el mecánico empírico que llevo dentro...»