El dominicano Dawin Hernández dominó las carreras de Súper Bike que se celebraron en el circuito Aeropuerto Viejo de Varadero, enclavado en ese afamado balneario. Además de las carreras en la máxima categoría se efectuaron competencias en otras cinco clases: 50 cc, 65 cc, 150 cc Estándar, 150 cc Sport y 250 cc Súper Sport. Todas en el marco de la IV Olimpiada del Deporte Cubano.

Después del dominio de los pilotos cubanos Nirio Rivero y Manuel Angles en la fase clasificatoria y de una primera vuelta electrizante, alternándose ambos jinetes la punta de carrera, llegó en la primera curva del trazado el indeseado accidente que dejó fuera de combate a ambos. Dawin, quien estaba al asecho de los líderes, tomó la punta de carrera y no la soltó hasta ver la bandera a cuadros. Así ganó la primera manga de la Súper Bike. La segunda manga fue todo un concierto de Dawin, apoyado en la mecánica y dirección de Juan Yamaha, quien también asistió a Radomes Polanco (el Piwi) que terminó tercero. El segundo puesto en la general fue para el venezolano Franklin Rivero. En las otras categorías los vencedores fueron: José Carlos León (50 cc), Javier Valderrama (65 cc), Suran Matías (150 cc Estándar), Carlos Gutiérrez (150 cc Sport) y Lucien Vázquez (250 Súper Sport). El accidente está en las carreras Lo vivido en la carrera de Súper Bike entre los cubanos Nirio Rivero y Manuel Angles fue realmente lamentable. Máximo cuando los cubanos amantes de la velocidad en dos ruedas no disfrutaban de un evento como este desde hace varios años. La colisión ocurrida en la primera curva después de la recta de meta, no tiene culpable. Podrá tener responsable, si se le quiere dar más connotación a un pequeño error de pilotaje y estrategia de carrera. Ningún piloto de clase, como lo son los implicados en el accidente, planea una acción como esa para terminar en tan desfavorable situación. Las clasificatorias fueron dominadas por ambos, siendo Nirio el líder con una ventaja que reposaba en la potencia de su Suzuki. Las esperanzas de Angles estaban centradas en los nuevos neumáticos reservados para el domingo. En la carrera salió Nirio primero, pero fue rebasado por Angles en la primera curva, quien se mantuvo delante en las cinco curvas restantes antes de la meta. Entre el cuarto y quinto giro, que a escasa diferencia se convierte en una sola curva parabólica, Nirio le puso el extra y casi se empareja con Angles a la entrada de la recta de meta. Cuando ambos pusieron sus motos a todo gas, fue la de Nirio más potente, dejando detrás a Manolo, quien se mantuvo al rebufo hasta la frenada donde volvió a adelantar a Rivero. A la salida de la curva vino el accidente, los dos pilotos se encontraron en la misma traza, impactaron y cayeron. Con ellos fueron abajo las esperanzas de miles de aficionados, deseosos de ver un final feliz para la escuadra cubana.

Quién le dio a quién no es el punto, lo importante es realizar más eventos como este para que la afición cubana disfrute de buenas carreras, peleadas hasta el final. En mi modesta opinión pienso que Nirio se apuró mucho; no era ni el lugar ni el momento para retomar la punta de carrera. Apenas se rodaba en la segunda vuelta y su moto demostró todo el tiempo más potencia y velocidad punta. Sin duda el mejor lugar era la entrada a la recta de meta, un adelantamiento menos espectacular pero más seguro. De cualquier manera, mi respeto y admiración a ambos, quienes son en estos momentos los máximos exponentes del motociclismo de pista en cuba.